Hay otra convicción común que recorre por estas horas todo el espinel del sector privado, la certeza de que el presidente Alberto Fernández, tomó una decisión acertada al decidir la cuarentena preventiva y obligatoria a pesar del impacto feroz que tendrá en la economía de este año.
"Fue una decisión acertada e inteligente para sostener la curva de infectados", definió Miguel Acevedo, presidente de la Unión Industrial (UIA) donde todos los días de manera virtual se realiza una reunión del comité fabril de emergencia que componen ocho directivos. De manera meticulosa detallan la situación "minuto a minuto" de cada empresa, sector y región.
Antes del coronavirus desde la entidad que engloba a los industriales ya estimaban que este año la economía caería entre 1,5% y 2%. Post-coronavirus, la nueva proyección se hace efectivamente imposible de calcular, pero nadie espera buenas noticias.
Por ahora el panorama sectorial que manejan en la UIA de estos últimos días, y al que accedió El Cronista, muestra que los laboratorios y las alimenticias tienen stock suficiente para ponerle el pecho a la situación, aunque podría aparecer problemas de logística en el caso en que el aislamiento se prolongue demasiado en el tiempo.
Por el lado de ingreso de insumos, no hay retraso en lo que tiene que ver con los fletes marítimos, ya que en el caso de los movimientos terrestres todo está paralizado. Lo que empieza a preocupar en algunos casos es el funcionamiento de pagos futuros. Hasta el momento, las compañías afrontarían los pagos correspondientes a marzo sin dificultades, pero a partir de abril o mayo aparecen nubarrones y turbulencias en el horizonte, según la estructura financiera y el tamaño de las empresas.
Desde ya que las pequeñas y medianas crujen primero en sus balances. En lo poco que va del inicio de esta situación, el 58% de las pymes ya admitió que tuvo efecto negativo en sus ventas mientras que el 40% advirtió que lo sintió en sus compras. Son algunas de las conclusiones de un relevamiento que realizó entre compañías de hasta 200 empleados de todo el país el Observatorio Pyme.
Por ahora, el sector de servicios y profesionales independientes parece ser el más afectado por sobre la industria y el comercio. "Hasta ahora no se manifiestan dificultades en los niveles de empleo, pero sí se observa que remontar el daño económico en este sector llevará al menos un año", enfatizó Vicente Donato, quien preside este observatorio.
Claro está que las medidas de preservación sanitaria y de salud pública van a contramano de la reactivación económica porque frenan la economía argentina que ya venía muy caída, pero, por supuesto nadie, ni chichas ni grandes empresas, las objetan. Es lo que señalaron en su carta abierta el Foro de Convergencia Empresarial y el comunicado que acaba de difundir la Asociación Empresarial Argentina.
Son mensajes fundamentalmente hacia adentro del sector privado para que todos los esfuerzos se encolumnen detrás de frenar el crecimiento del coronavirus. También hay quienes piensan en el día después. Desde las petroleras o algunas automotrices sienten que les "sacaron el banquito" en el sentido que las casas matrices están insólitamente y como no pasó en la crisis de 2008 en el ojo de la tormenta y sin demasiados recursos para mirar hacia Latinoamérica.
Además, en el negocio del crudo cambió totalmente el tablero como seguramente también se modificarán los liderazgos mundiales y las miradas sobre las inversiones en energías no convencionales.
Desde las provincias depositan la lupa sobre el sector bancario y financiero para remontar el barrilete post crisis. "El Presidente demostró liderazgo, claridad y sensibilidad, pero ahora le toca a otros tomar riesgos en las urgencias como los bancos por ejemplo", disparó el empresario y dirigente salteño José Urtubey.
Por supuesto, el fantasma de la emisión anda dando vueltas para el día después y poquito antes, también. Efectivamente, desde el Banco Central, que conduce Miguel Pesce, también reina el "minuto a minuto" con permanentes estrategias en el directorio respecto del día a día y de lo que vendrá.
Allí hay una certeza: cada situación sanitaria implica desde el punto de vista bancario y financiero hasta tres escenarios diferentes para la misma situación esto hace que se reflexione sobre cómo se irán abriendo simbólicamente los bancos para las operaciones de la caja diaria a medida que esta crisis continúe, pero sin "abrir" los vencimientos que pondrían en riesgo la situación financiera del sector privado y de las personas físicas. En definitiva, la Argentina transita el "minuto a minuto" para lo que pasa y lo que vendrá.
Alejandra Gallo