Daniel Fernández Canedo

Por la sequía dejarán de entrar US$ 20.000 millones y Sergio Massa no tiene cómo compensarlos. Además, no consigue financiamiento privado en pesos. 

La carrera electoral empieza a tomar ritmo en medio de la promesa al FMI de contener el gasto para reducir el déficit y una sequía que limitará fuerte el ingreso de dólares y la recaudación. 

El apoyo de la Vice al ministro de Economía es un sostén político. Ambos saben que una suba adicional del costo de vida provocaría sobre las chances del Frente de Todos en las elecciones de octubre. 

Hasta que se oficialicen los candidatos para las PASO, la inflación podría consolidarse encima del 100% y las pérdidas por la sequía presionarán la ya escasa disponibilidad de dólares. 

El ministro de Economía está dispuesto a gastar lo que haya que gastar para evitar una devaluación. 

La demora en el acuerdo con el FMI para flexibilizar las metas del acuerdo es solo uno de los objetivos que a Sergio Massa le está costando concretar. 

Ingresarán US$ 14 mil millones menos que en la campaña anterior. En enero las liquidaciones de divisas cayeron 64% respecto a un año atrás, lo que impacta en el mercado cambiario y en un Banco Central que pierde reservas. 

Se busca atrasar el dólar para que no impacte sobre la inflación pero, por otro lado, la tasa más alta complica la financiación del Tesoro. 

Dólar blue, bonos atados al dólar y a la inflación son algunas opciones ante este incierto 2023 de elecciones presidenciales. 

El Central absorbe pesos para evitar que alimenten la inflación o suba el dólar. Así coloca letras de liquidez y hace pases en los bancos. Entre Leliqs y pases hay $10,6 billones que devengan intereses mayores a la inflación. 

El gobierno usó la contabilidad creativa para llegar a un déficit del 2,4% del PBI. 

Economía se resiste a devaluar por el impacto inflacionario. Recurrió al dólar soja y ahora a la recompra de deuda. Pero no consigue revertir la tendencia. 

La jugada responde más a enfrentar la suba de los dólares libres que al intento de bajar la tasa de riesgo país para seducir inversores. 

Hubo una seguidilla de reuniones de los principales bancos y fondos de inversión en Punta del Este. Coinciden que los principales candidatos a la presidencia, a excepción de los kirchneristas, tienen posiciones “pro mercado”. 

En cinco meses el blue subió 4,4%, menos de lo que rinde un depósito a plazo fijo en pesos en un mes. 

Las dos versiones de dólar soja (de $ 140 a $ 200 y de $ 167 a $ 230) crearon en el gobierno la sensación de haber transcurrido el puente cambiario que implica superar el fin de año y aspirar a tener una calma cambiaria hasta marzo-abril cuando comenzarían a llegar los dólares de las exportaciones de soja. 

Si la inflación se estaciona en 4%, la tasa de referencia de 6,3% mensual resulta elevada para el oficialismo que aspira que Economía ofrezca señales heterodoxas. 

Para llegar al 4% de inflación en abril, anuda acuerdos sectoriales con la promesa de dólares a precio oficial si se mantienen los precios durante el verano. ¿Habrá algún empresario que se resista? 

El gobierno enfrenta en los próximos 15 días un test importante ya que de aquí a fin de año vencen $ 404.000 millones. 

El ministro de Economía suma parches para llegar a marzo. El kirchnerismo tolera un encuadre con Estados Unidos y el organismo internacional, más desdoblamientos del dólar. 

El Tesoro no tiene quien le quiera prestar y consigue financiamiento a plazos cada vez más cortos. Empresas y particulares evitan endeudarse por temor al futuro. 

El Gobierno llegará a fin de año con reservas en Central y cumplirá con el FMI. El plan del ministro de Economía con la inflación y la complicación por el atraso del dólar oficial. 

El Gobierno saca "conejos de la galera" cuando necesita los dólares, pero esa política tiene un costo en materia de expectativas. 

Para financiarse, ofrece una renta elevada pero los mercados empezaron a retacearle el dinero por temor a una eventual reprogramación de la deuda. 

Gabriel Rubinstein puso en palabras los tres principales problemas de la economía. Son una foto del mal momento y nadie se anima a decir cómo va a ser la película completa. 

Los analistas creen que el ministro tendrá que sacar de la galera un nuevo dólar soja para cumplir las metas del FMI. Y los inversores no quieren prestarle al Tesoro más allá de las elecciones del 2023. 

En Economía suman atajos para evitar un shock que incluiría devaluación. La apuesta inflacionaria para 2023 y las reservas, otra vez en la mira 

La señal de advertencia que dejó el viceministro de Sergio Massa en su paso por el Senado. 

Los cruces entre Massa y Cristina y otros temas temas de discusión entre economistas y exfuncionarios.

Los bonos repuntaron en medio de la definición de Máximo Kirchner acerca de que Cristina no sería candidata. También influyó la baja de la tasa de los bonos del Tesoro de EE.UU. 

El ministro navega entre las presiones de dos mujeres poderosas. El peor temor: que la inflación sea el mecanismo elegido para frenar la inflación.

La contracara del ingreso de dólares del campo es la emisión de pesos y tasas más altas para que esos pesos no se vayan al dólar y alimenten la inflación. 

La divisa se suma a la ola de indexar todo al 7% mensual. Los pesos para comprar el dólar soja y lo que nadie en el gobierno va a admitir: la inflación sirve para licuar el gasto público. 

Las paritarias al 100% muestran la intensidad de la pelea. El ministro, entre la credibilidad que da el ajuste y el temor al veto político por la disparada de los precios. 

El próximo desdoblamiento cambiario se dará en un escenario de alta inflación, cepo cambiario y dificultades para importar que ya dan muestras de acotar el nivel de actividad. 

El mandato del presidente del Banco Central fue prorrogado por seis años. El desafío de administrar la escasez. 

Un director del Central argumentó que los productores y exportadores "buscan la avivada"· Así la regla de juego del dólar soja duró apenas 15 días sin cambios. En ese escenario las conductas defensivas ganan espacio. 

A fin de mes termina el dólar a US$ 200 para los productores y Sergio Massa necesita acumular reservas para cumplir con el FMI. 

Cerca del ministro la venden como el broche de oro de la gira. Pero más que la imagen valen las palabras y la poderosa secretaria del Tesoro pidió reformas difíciles de llevar a cabo

Cristina Kirchner le validó al ministro la devaluación segmentada. Pero el esquema que permite la entrada rápida de dólares profundiza la arbitrariedad cambiaria. ¿Cuáles son los otros riesgos? 

Este tipo de cambio especial se crea porque el Central está ahogado por la falta de dólares, ¿seguirán el dólar minero y el dólar auto? 

La incertidumbre cambiaria determina que la economía pague en términos de inflación una devaluación del peso que no se produjo. 

El ministro se aferra a su compromiso de no devaluar, pero se va armando una madeja de cotizaciones difíciles de desenredar. 

El JP Morgan pronostica que en 2023 la inflación retrocederá en toda la región a excepción de Argentina, donde subiría a 101,20%. ¿Cuál será el ancla que buscará Massa en el intento de frenar la suba de precios? 

El silencio de Cristina Kirchner juega a favor de la incertidumbre. ¿Qué puede pasar con el dólar? 

La transferencia de ingresos que genera el cepo cambiario es fuerte, y se consolida con una brecha por encima del 100%. 

Hasta ahora, Massa apuntó a medidas ligadas a la escasez de divisas y lo fiscal. Pero será difícil que logre cumplir con la meta de 2,5% de déficit prometida al FMI. 

El Banco Central perdió US$1.072 millones desde el nombramiento del nuevo ministro. Las reservas no logran recomponerse. ¿Qué dice Miguel Pesce? 

Massa dijo que un alza del tipo de cambio provocaría un fogonazo en los precios que no está dispuesto a convalidar. Pero el fogonazo ya se produjo y el dólar oficial aparece barato y es objeto de deseo. 

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