Martín Simonetta
Como sucede de forma recurrente en la historia económica argentina, el Presidente Fernández lanzó una nueva “cruzada” voluntarista contra la inflación. Con una denominación de dudoso gusto, en el contexto global de la guerra de Ucrania, eligió el concepto de “guerra contra la inflación” como idea fuerza motivadora para vencer al “enemigo invisible” que hace subir los precios en Argentina.
Si las personas y empresas no pueden disfrutar del resultado de su esfuerzo difícilmente dediquen energías a crear riquezas
Es probable que esta inmejorable oportunidad de crecimiento sea asfixiada por adictivas necesidades fiscales. Para el Gobierno, las prioridades están sesgadas por las necesidades de financiamiento de cortísimo plazo y no por la probabilidad de transformar en realidad el sueño de un país que crezca
Si se compara el tamaño de las estructuras oficiales de los países, al menos en el Occidente democrático, con su mismo tamaño sobre el resto de la economía a inicios del siglo XX, se verá que el peso del sector público no ha parado de aumentar
La historia contemporánea es muy rica en episodios de incumplimiento de los servicios de la deuda, y por multiplicas causas
El FMI es apenas una de las batallas a ganar para el gobierno. La otra, y más compleja, tiene que ver con los bonistas privados, fondos de inversión y tenedores de títulos argentinos
Mauricio Macri será recordado como el líder que derrotó a Cristina Fernández, tras doce años de gobierno populista autoritario. Pero también, como el presidente que resucitó a un populismo, que parecía agonizante.
Tanto en el libro, como en el speech desarrollado, se pueden ver claras señales de lo que será el perfil del nuevo discurso oficial en materia económica y social.
En su apasionado discurso, el nuevo presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, reafirmó sus ideas fuerza ya conocidas: orden y progreso; legítima defensa ciudadana; una educación orientada a la creación de empleo; un Estado ineficiente y corrupto; libre mercado y eficiencia; un gobierno que no gastará de lo que recauda; reformas estructurales; apertura de mercados al comercio internacional; menor reglamentación y burocracia.
¿Estamos ante un nuevo Trump brasileño? El líder -populista, carismático, fuertes rasgos nacionalistas pero que no parece cuestionar la economía de mercado- del Partido Social-Liberal Jair Bolsonaro triunfó en primera vuelta electoral del Brasil con más del 46% de los votos, manifestando un importante crecimiento en las últimas semanas. Especialmente tras el grave atentado sufrido en plena campaña en Minas Gerais, que lesionó su intestino, colon y una vena.
En días donde sale a la luz la corrupción existencial del Estado argentino, viene a mi mente en forma recurrente la expresión "la dama buena que regala lo ajeno" con la que José Ignacio García Hamilton se refería a Eva Perón. En sencillas palabras, José ponía el acento en la esencia del comportamiento populista: hacer caridad con el dinero de otro, no del propio.
A poco menos tres años de mandato del presidente Mauricio Macri, Argentina aún no ha logrado dar signos sólidos de recuperación económica.
Pocos días atrás se ha anunciado que se permitirá a las compañías aéreas llamadas "low cost" (de bajo costo) operar en la Argentina sin un piso de precios, como el que rige actualmente. Sí, entendiste bien: las "low cost" querían cobrar menos y no las dejaban. Por suerte, eso se modificó a partir del 15 de agosto de este año y podrán reducir sus tarifas.
En días en los que el FMI, la deuda pública y el riesgo país vuelven a estar masivamente en boca de la opinión pública, he escuchado en forma reiterada respecto a ese tema: "Antes estábamos mejor, porque Néstor Kirchner canceló la deuda con el FMI" y tras esa situación "Argentina no debía nada a nadie". Eso es falso. Pero la creencia se encuentra hábilmente instalada.
Marchas, cánticos, grupos con símbolos que los identifican. ¿Le suena familiar? Estas manifestaciones se han repetido sostenidamente a lo largo de los 200.000 años que –hasta hoy se piensa- tiene nuestra especie.