Jorge Raventos
A Macri se lo evalúa por su capacidad para enfrentar las situaciones más críticas. Y la decisión de buscar un acuerdo con el FMI certifica que comprar confianza no sólo puede ser caro en condicionamientos; también implica admitir que al día de hoy el país no la despierta espontáneamente.
Prevalece por el momento en el Gobierno la línea del núcleo duro. Abroquelarse para perdurar. Claro que más allá de los planes y las estrategias, la última palabra la tiene la realidad.
¿Hay algo verdaderamente novedoso en el torbellino que en los últimos días se observa en el seno del oficialismo? El ejercicio de respuesta puede comenzar excluyendo elementos.
Con dos años de ejercicio del gobierno, a pocos meses del lanzamiento de un nuevo proceso electoral, con inflación maníaca y encuestas depresivas, en las filas de la coalición gobernante han empezado a manifestarse tironeos que, aunque naturales, comprensibles y previsibles, provocan vértigo.
El presidente Macri no pudo verse con Donald Trump en la Cumbre Iberoamericana de Lima. El mandatario estadounidense suspendió su viaje unas horas antes de la reunión y tomó la decisión de bombardear Siria cuando su reemplazante, el vicepresidente Mike Pence, no había terminado de deshacer su equipaje el último viernes.
De confirmarse que Cambridge Analytics fue convocada para incidir en elecciones argentinas sería razonable suponer que la fuerza política que contrató esos servicios no haya sido el kirchnerismo: el escrutinio público, oficial y mediático sobre ese sector es tan minucioso (llega hasta la difusión de conversaciones telefónicas privadas de la expresidente CFK) que si estuviera involucrado ya habría habido una lluvia de denuncias y una densa cobertura periodística.
La llamada “agenda feminista” (el reclamo de igual salario por igual trabajo, la reacción frente a la violencia que hace blanco en las mujeres y, paradójicamente, la habilitación del debate legislativo sobre el aborto) le ha permitido al gobierno recuperar una iniciativa que se le venía escurriendo al tratar los temas económicos, un territorio donde avanza tan gradualmente que ha tenido que definir el crecimiento como “invisible”.
Los hechos suelen gambetear esquemas y relatos. La renuncia a la conducción de la AFIP de un funcionario del relieve de Alberto Abad produjo una incómoda disonancia en la cuidada armonía del discurso con el que, apenas unas horas antes, el Presidente había abierto el 1 de marzo las sesiones del Congreso.
Ante un paisaje relativamente apacible en la Asamblea Legislativa, el Presidente pudo sacar a relucir los números positivos que le brindó el Indec, lanzar temas para explorar el terreno del populismo y hasta sacar rédito de temas como la despenalización del aborto que, al decir el peronista federal Miguel Pichetto, "son trampas cazabobos".
No siempre acertará en los relatos y las fundamentaciones de iniciativas oficiales, pero exhibe una interesante capacidad para usar en favor propio iniciativas ajenas y para disparar sobre la atención pública temas y enfoques que ocultan o disimulan (al menos por un tiempo) situaciones incómodas o embarazosas por las que atraviesa el poder.
Uno de los pilares de la comunicación oficial es el que identifica al gobierno con “lo nuevo” y “lo bueno”. Una frase favorita de los altos funcionarios reitera que “nosotros decimos la verdad”.
El primer mes de 2018 presenta signos ambiguos para el oficialismo. El ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, se ufanó de algunos resultados económicos: 2,9% de crecimiento del PBI; un déficit fiscal 0,3% más pequeño que el estimado a inicios de 2017 (con la ayuda, eso sí, del recurso excepcional del blanqueo). Sin embargo, otros datos son más preocupantes: el persistente déficit comercial; el creciente déficit de la cuenta corriente, que el año pasado se ubicó en el 4,6% del PBI.
La segunda semana de 2018 presenta signos ambiguos para el oficialismo.
El oficialismo rifó esta semana muchos atributos de la personalidad que forjó a lo largo de una paciente trayectoria. “Y lo peor de todo, sin necesidad”, para usar la línea de Carriego.
Famosa como es por la feracidad de sus campos, Argentina se destaca más aún por la fertilidad con que genera temas conmocionantes y la velocidad con la que parece consumirlos.
El sistema político que empezó a constituirse a partir de la derrota del kirchnerismo en 2015 debe asumir la agenda de la defensa y la estrategia nacional.
Las reformas que el gobierno impulsa, aunque trabajosamente, avanzan, asimilando los recortes impuestos por el trapicheo con gobernadores, con líderes sindicales y con empresarios que resisten cargas impositivas o caída de protecciones.
¿Quién filmó y filtró a los canales de noticias las imágenes de un Amado Boudou lagañoso, desgreñado y descalzo escuchando el largo fraseo de un funcionario judicial en la antesala de su detención?
En Mar del Plata, en las sesiones de IDEA pobladas de empresarios y ejecutivos entusiastas, el gobierno de Mauricio Macri recibió el espaldarazo del “círculo rojo”.
Ingresando ya en el mes de las elecciones, todas las proyecciones de los encuestadores vaticinan (con diferencias levísimas) que la lista de Cambiemos se quedará con el triunfo en la decisiva provincia de Buenos Aires.
A días de que se lance formalmente la campaña de las elecciones de octubre, el gobierno recibe encuestas que le vaticinan un triunfo en la provincia de Buenos Aires.
El oscuro episodio de la desaparición de Santiago Maldonado no parece, por el momento, incidir en el paisaje prelectoral. En octubre, dicen las encuestas, el oficialismo ratificará y perfeccionará su performance en las PASO.
Desde principios de agosto, cuando algunas organizaciones que invocan la defensa de los derechos humanos caracterizaron el hecho como una “desaparición forzada”, el enigma sobre el paradero desconocido de Santiago Maldonado, un joven artesano bonaerense radicado en Esquel, se ha transformado en tema dominante en los medios y las redes sociales.
El Pro, encarnado en su avatar multicolor –Cambiemos- se convirtió en un partido político de escala nacional, arraigó territorialmente en todo el país y obtuvo el primer puesto en la mitad de los distritos. Ahora deberá ratificar títulos en la elección “de verdad”, en octubre. Tiene muchas chances de lograrlo.
La palabra “populismo” ha sonado como música de fondo de las próximas y las anteriores elecciones. En verdad, el término ha atravesado fronteras y es empleado aquí, allá y en todas partes y sirve, en general, para esto y lo otro.
Los movimientos de la señora de Kirchner no logran satisfacer los reclamos de autocrítica que formulan tantos analistas de los medios principales. Sin embargo, aunque ella no se golpee el pecho confesándolo, debería objetivamente considerárselos bajo esa lente.
El conurbano es la madre de todas las batallas. Lo que llamamos conurbano bonaerense está constituido por 24 partidos que flanquean a la Capital Federal en tres cinturones y agrupaban, según el censo de 2010, 9.916.715 personas, un 65 por ciento del total de la población provincial (casi 16 millones, según aquel censo).
Si bien aún es temprano para que las encuestas se acerquen a los probables resultados que arrojarán las urnas de octubre (como muestra la experiencia, algunos estudios ni siquiera aciertan el mismo día de las elecciones), los sondeos animan a los protagonistas y permiten aproximaciones, así sean imperfectas.
La señora de Kirchner develó este miércoles algunos –solo algunos- de los misterios con los que entretiene a sus seguidores, a sus apóstatas y a sus enemigos.
Según algunos observadores parciales, la intención expuesta por el kirchnerismo de cerrar a Florencio Randazzo las puertas de una competencia primaria sería “una muestra inédita de autoritarismo” y de “desafío a la legalidad electoral”.
Las listas únicas
Este paso, sin embargo, podría resultar en muchos casos una formalidad, un puro trámite.
La gira asiática del presidente Macri fue, como se esperaba, muy exitosa. Conviene no deducir de este hecho incuestionable que sus efectos sobre la economía argentina se observarán de la noche a la mañana.
La gira asiática del presidente Macri fue, como se esperaba, muy exitosa. Conviene no deducir de este hecho incuestionable que sus efectos sobre la economía argentina se observarán de la noche a la mañana.
El viaje de Mauricio Macri a Estados Unidos (Huston, Washington), su encuentro con el presidente Donald Trump y su presencia, pocas horas después, en el miniestadio de Ferrocarril Oeste de Buenos Aires, en el acto de celebración del Primero de Mayo de las 62 Organizaciones peronistas que lidera Gerónimo -El Momo- Venegas trazan una sucesión de hechos muy significativa.
El viaje de Mauricio Macri a Estados Unidos (Huston, Washington), su encuentro con el presidente Donald Trump y su presencia, pocas horas después, en el miniestadio de Ferrocarril Oeste de Buenos Aires, en el acto de celebración del Primero de Mayo de las 62 Organizaciones peronistas que lidera Gerónimo -El Momo- Venegas trazan una sucesión de hechos muy significativa.
Pese a que el INDEC midió en marzo una inflación del 2,4 por ciento, el jefe de gabinete Marcos Peña aseguró que el descenso de la inflación está garantizado y el gobierno está en buen camino para derrotarla”. Estamos mal pero vamos bien podría haber dicho si la frase no evocara a los años 90 que el gobierno, atado a su versión de ser “el cambio” y “lo nuevo”, se esfuerza por no mentar jamás.
Pese a que el INDEC midió en marzo una inflación del 2,4 por ciento, el jefe de gabinete Marcos Peña aseguró que el descenso de la inflación está garantizado y el gobierno está en buen camino para derrotarla”. Estamos mal pero vamos bien podría haber dicho si la frase no evocara a los años 90 que el gobierno, atado a su versión de ser “el cambio” y “lo nuevo”, se esfuerza por no mentar jamás.
El prestigioso economista Miguel Bein ha formulado una refexión aguda, casi una advertencia. “A veces –dijo- un buen programa de mediano y largo plazo puede estrellarse en el corto plazo por decisiones equivocadas”.
El prestigioso economista Miguel Bein ha formulado una refexión aguda, casi una advertencia. “A veces –dijo- un buen programa de mediano y largo plazo puede estrellarse en el corto plazo por decisiones equivocadas”.
Después de volver de su relevante visita al reino de España, donde fue tratado con la más alta consideración, Mauricio Macri dedicó sus mayores esfuerzos a curar las heridas producidas en la credibilidad del gobierno por una serie de desaciertos políticos, el más destacado de los cuales fue el affaire del Correo Argentino.
La negociación de la deuda del Estado con Correo Argentino S.A. se convirtió en un flanco muy vulnerable para el gobierno. Una fiscal de la Cámara Comercial señaló que, de homologarse, el arreglo al que se avinieron representantes oficiales sería gravemente perjudicial para el Estado, por cuanto la empresa obtendría “una condonación de la deuda” por más de 4000 millones de pesos, en valores actuales. Dato central: el máximo responsable de la empresa de marras es Franco Macri, el padre del Presidente.
A principios de mes empezó a rodar una versión, si se quiere, paradójica: la de que Mauricio Macri no se postulará a un segundo mandato en 2019.
La Justicia ha abierto otro paréntesis al incremento de las tarifas de energía. Tres semanas atrás el gobierno de Mauricio Macri sufrió su primer cacerolazo por ese motivo. El jueves 4 se montaba otro. El domingo 7 las organizaciones piqueteras marcharán entre la iglesia de San Cayetano y la Casa Rosada. Claman por el desempleo, la inflación, la pobreza, las tarifas.
Hoy ya forma parte de la sabiduría convencional la idea de que los aumentos de tarifas (electricidad, gas, agua) eran insoslayables… pero que han sido mal ejecutados.
Cuando apenas había cumplido el séptimo mes de gestión, el gobierno de Mauricio Macri ha experimentado el primer cacerolazo de hostigamiento.
Con la atención casi plenamente absorbida por la información político-policial, los bolsos revoleados y el súbito incremento de la productividad laboral de los jueces federales la opinión pública corre el riesgo de que el bosque de lo urgente le impida apreciar el árbol de lo importante.
Las consecuencias del voto británico que decidió abandonar la Unión Europea llegan a la Argentina. Tocan al país en distintos puntos.
Finalmente, en relación con las normas antidespidos, el oficialismo optó por una combinación curiosa: actuó para que en la Cámara de Diputados se consagrara el dictamen del kirchnerismo (que ya venía con la sanción del Senado) y una vez aprobada la ley por el Congreso, el Presidente Macri anunció el veto.
El intercambio de mensajes entre la Santa Sede y la Casa Rosada en vísperas del 25 de mayo insinúa, para algunos, la posibilidad de un cambio de tono en la relación del Papa con el Presidente de la Argentina. Está por verse.
El miércoles 19 se concretó la primera reunión del llamado Diálogo para la Producción y el Trabajo, un ámbito de acuerdo social que el gobierno de Mauricio Macri era reticente a convocar pero que empezó a acelerarse en vísperas de la última reunión del Presidente con el Papa Francisco.