El cierre de facto de un sector importante de las importaciones complica mucho la dinámica económica y pone a la industria contra las cuerdas.
"Los proveedores externos no aguantan más, quieren saber como y cuando van a cobrar las entregas efectuadas", afirmó a LPO una fuente de una de las principales cámaras empresariales.
Durante la primera parte de agosto, con un nivel de reservas extenuado por la demora del FMI en girar el desembolso, Economía aplicó una restricción casi total. "No salía ni una SIRA -los permisos de importación-, fallaban las páginas de carga de datos, era imposible concretar una compra", agregó el empresario consultado.
En el régimen cambiario que vamos a proponer dentro de la bimonetariedad, se va a tener un tratamiento alternativo para la importación de flujo de la importación de deuda, el stock.
Ahora, luego de tres semanas consecutivas de acumulación de reservas, Sergio Massa resolvió liberar importaciones equivalentes a USD 700 millones exclusivamente a Pymes.
El total de USD 700 millones se compone de USD 475 millones de bienes intermedios, USD175 millones en repuestos; y llamativamente se destinan USD 68 millones para bienes de consumo final.
La medida fue celebrada por entidades que agrupan a la pequeña empresa: "Venimos trabajando muy bien con la coordinación de Comercio", afirmó a LPO Leo Bilanski titular de la cámara empresaria ENAC.
Pero cuando se miran los montos en juego, la medida de Massa queda lejísimos de una solución de fondo.
En ese sentido, Carlos Melconian afirmó que su propuesta de bimonetización -que le habilita legalmente las operaciones en dólares, en un esquema de supuesto dólar libre unificado-, a la hora de abordar la monumental deuda de importaciones, obliga a "diferenciar flujo de stock".
"En el régimen cambiario que vamos a proponer dentro de la bimonetariedad, se va a tener un tratamiento alternativo para la importación de flujo de la importación de deuda, el stock", afirmó Melconian en una entrevista con Clarín.
Si bien Melconian no dio mayores precisiones sobre como se instrumentaría ese tratamiento "alternativo", otros economistas del espacio de Patricia Bullrich reconocieron a LPO que se trata de "un dólar libre para lo nuevo que es el flujo, y un precio de negociación para la deuda previa", según explicó a LPO uno de los economistas mas conocidos de JxC.
Los tiempos del nuevo régimen dependen del funcionamiento de un nuevo Banco Central, y es imposible pensarlo antes de contar con los dólares de la cosecha porque no hay de donde sacarlos. Y eso, de mínima, es un semestre.
"Toda la normalización va a durar como mínimo un semestre que es lo que tarda en entrar la cosecha completa", agregó este economista que subrayó que el punto crítico será ver cuanto se demora en poner en funcionamiento un "nuevo" Banco Central cuya característica excluyente es "la independencia".
"Los tiempos dependen del funcionamiento de un nuevo Banco Central, y es imposible pensarlo antes de contar con los dólares de la cosecha porque no hay de donde sacarlos. Y eso, de mínima, es un semestre", destacó.