Sergio Berensztein

Estamos ante una nueva división entre quienes pretenden continuar la lógica de la globalización y quienes priorizan las conveniencias estratégicas de las potencias occidentales

Cuando Juan Grabois asegura: “El dinero es el estiércol del demonio”, no solo hace un aporte fundamental a la ristra de declaraciones políticas absurdas, terreno en el que Alberto Fernández busca con empeño destacarse. También, como potencial y pretendido representante de pobres y marginales (las peores víctimas de la deriva de políticas económicas autodestructivas implementadas por la fuerza política a la que ambos pertenecen), proyecta un horizonte similar o peor que el desastre actual.

Es muy difícil suponer que sin cambios institucionales pueda haber modificaciones significativas y sostenidas en el tiempo, tanto en los comportamientos de las elites como de los electores

“Nuevamente, rabia y tristeza. Otra vez esperanzas fallidas y una crisis que, en muchos aspectos, es peor que las muchas y muy graves que hemos sufrido […] más allá de sus dimensiones económicas, políticas y sociales, afecta al propio Estado en alguno de sus aspectos más constitutivos. Durante varios días la Argentina ha sido un país sin moneda”.

El viejo y resiliente sistema político, protagonista y responsable de la larga y angustiante decadencia argentina, entró en modo electoral por imperio del calendario y hace lo que siempre hizo y se supone que debe hacer: destilar candidaturas para una nueva elección presidencial frente a la cual una importante parte de la sociedad sostiene la esperanza de que las cosas, casi mágicamente, puedan mejorar. A pesar de la bronca, el hartazgo, el cansancio y la desilusión que predominan en la opinión pública y de que no se registre entusiasmo con la oferta existente, el “ancla política” (el desarrollo del proceso electoral) constituye un eje fundamental en la formación de las expectativas.

Los especialistas afirman que las reglas de juego formales e informales son críticas para determinar las estrategias de los actores políticos: ordenan la puja por el poder, informan su percepción de la realidad e influyen en sus comportamientos. Eso ocurre en especial en el plano de la institucionalidad electoral, crucial para definir el balance de poder de una sociedad en un momento específico.

El anuncio reciente sobre el canje de los bonos en dólares enfatiza un elemento inconfundible de la administración de los Fernández: empecinarse en acumular una cantidad inédita de desatinos y errores no forzados y, al mismo tiempo, mostrarse dispuestos a hacer casi cualquier cosa para evitar –o al menos postergar– un descalabro económico generado por esas mismas decisiones.

Vivimos en una era de hechos extraordinarios; la frase “para el enemigo, ni justicia” resume una dinámica maniquea donde el “vale todo” se impone y elimina cualquier vestigio de cultura democrática 

El kirchnerismo vio cómo estos futbolistas se niegan a mostrar sumisión al poder, no les interesa obtener ventajas de sus contactos con los dirigentes, y se mueven por el mundo y por sus profesiones sin que la política les dé nada

La condena a Cristina Fernández en la causa Vialidad es un punto de inflexión en la política argentina. Este repliegue de la vicepresidente implica, en principio, el final de un ciclo de dos décadas completas en que la familia Kirchner en general y la propia CFK en particular (en especial a partir del deceso de su marido, el 27 de octubre de 2010) ocuparon el podio de los líderes más relevantes del país.

Apenas a un año de un eventual cambio en el poder sigue el drenaje de empresas, a pesar de que las fuerzas de oposición muestran un compromiso más definido con una agenda de reformas económicas

El inicio del campeonato y el entendible entusiasmo que despiertan Messi y compañía dispararon las fantasías de quienes suponen que un eventual éxito deportivo podría mejorar la performance oficialista en las urnas

La reciente elección de mitad de mandato en Estados Unidos ratifica que los sondeos de opinión pública suministran una notable riqueza informativa para elaborar diagnósticos de cara a procesos electorales (la imagen de determinados líderes políticos, las prioridades de una sociedad en un momento determinado), enriquecer las propuestas y la narrativa de los contendientes e identificar las fortalezas y debilidades de los rivales.

Vivimos una era político-electoral caracterizada por narrativas tajantes, con escasos matices, estructuradas en argumentos encendidos y aun extremos. En democracias maduras y en entornos institucionales más endebles, tiende a predominar un rechazo a formas y valores hasta hace poco considerados incuestionables, con estrategias deliberadas para lograr una diferenciación no solo dentro, sino entre espacios o partidos políticos.

Aunque sigue siendo cierta la máxima “con Cristina no alcanza, pero sin ella no se puede”, evidentemente algo ha cambiado. Disputas por el territorio, internas y pelea por un lugar en las listas. 

Países eternamente improvisados se dan la mano con aquellos que llevan décadas de estabilidad y que eran considerados símbolo de robustez y coherencia política. Las democracias liberales encuentran sus puntos en común con las autocracias.

Con la extrema cautela con que deben tomarse esta clase de sondeos, las principales tendencias de opinión pública de cara a las elecciones del año próximo sugieren un panorama desolador para el oficialismo. La peor noticia para el peronismo no es esa: la situación económica, de lejos la principal preocupación de los argentinos, se mantendrá igual de mal en el mejor de los casos.

Los cambios sintetizan la irrelevancia en la que ha caído el gabinete y las profundas diferencias internas, las cuales terminan definiendo el funcionamiento confuso y equivoco del gobierno. 

Hay diferencias ideológicas que afectan la gobernabilidad. Sucede en el manejo de la seguridad pública, pero también de la economía. 

Las elecciones en Brasil corroboraron una tendencia que se vislumbra desde antes de la pandemia en Europa y América Latina: con la excepción de Emmanuel Macron en Francia y las de mitad de mandato de México, los incumbentes suelen perder. En algunos casos demuestran ser competitivos (y hasta sorprenden, como Jair Bolsonaro), pero en otros ni siquiera afectan la definición de los candidatos, tal el caso en Colombia.

Según un sondeo, todas las demás cuestiones de la vida institucional son de menor importancia relativa. Mientras el gobierno no logre mostrar resultados concretos en esta materia, será difícil que pueda recuperarse. Qué opinan los encuestados sobre la posible eliminación de las PASO. 

La frágil paz del último mes fue la excepción, no la regla. Aparecieron discusiones en torno al acto del 17 de octubre, confrontaciones entre el Ministro de Desarrollo Social y La Cámpora y cruces entre miembros del gabinete económico y la vicepresidenta. 

Inflación, incertidumbre respecto del futuro de la economía, inseguridad y bajos salarios constituyen las principales preocupaciones de los argentinos. Predomina un clima de escepticismo, desesperanza, angustia y frustración frente a la ausencia de perspectivas respecto de una salida realista de la actual crisis.

La inflación, la incertidumbre sobre la economía, la inseguridad, los bajos salarios y la corrupción son las principales preocupaciones que aquejan desde hace tiempo a los argentinos. La agenda de la mayor parte de la política y en especial del Gobierno está desacoplada de esas prioridades de la sociedad.

Una vez más, la cuestión del diálogo entre gobierno y oposición aparece en agenda. Se trata de un tema tan recurrente como elusivo: nuestro país está caracterizado por una cultura política basada en la confrontación, en el énfasis en las diferencias, hasta en la “demonización” del otro.

La visita de Sergio Massa a los Estados Unidos consolida el giro pragmático que experimentó el Frente de Todos en los últimos tiempos de la mano de la propia Cristina Fernández de Kirchner.

La vicepresidenta es controversial y divisiva. La economía es penosa e impide alimentar el “relato”. Pero ella ya supo cómo reconstruirse como una candidata exitosa. La pregunta precisamente es si el mismo truco le saldrá de nuevo. 

A poco más de una semana del frustrado intento de magnicidio contra la vicepresidenta, se plantean interrogantes que, a la luz del bajísimo umbral de desarrollo institucional que caracteriza a nuestro enclenque sistema político, podrían derivar en conclusiones alarmantes.

El apagón intelectual de la Argentina resulta un doloroso enigma; pese a los problemas que afectan nuestra calidad de vida, no existe un sentido de urgencia colectiva por modificar el curso de acción

La vicepresidenta tiene la oportunidad de instalarse como la líder indiscutida de todo el peronismo unido, pero corre riesgos. Todo lo está haciendo desde una situación de enorme debilidad.

Mientras algunos dirigentes en el Frente de Todos aspiraban a “normalizar” la relación con Estados Unidos, los apoyos que recibe la vicepresidenta alimentan la retórica antinorteamericana. 

Desde su despacho en el Congreso, Cristina Fernández volvió a confundir las esferas pública y privada y lanzó una defensa personal como contraofensiva al acorralamiento que le impusieron los fiscales de la causa Vialidad.

Se sabía que, en el triángulo del Frente de Todos, el dirigente más a la derecha era Sergio Massa. Lo que es una novedad es el giro a la izquierda del Presidente ante la agenda que quiere imponer el ministro de Economía, la misma que quería imponer Guzmán. 

El confuso anuncio de recomposición tarifaria generó más dudas que precisiones respecto del futuro del programa económico del FDT. Por un lado, el ahorro fiscal esperado para este año será ínfimo en el mejor de los casos. Por otro, como no se realizaron las audiencias públicas correspondientes, su implementación podría demorarse si el trámite quedase trabado en la Justicia.

Córdoba y sus protagonistas configuran un intrincado enigma político. Existen múltiples circunstancias, que involucran principalmente a la oposición de Juntos por el Cambio, aunque también al oficialismo, que hacen de esta provincia un escenario tan singular. 

Aunque Massa carece aún de un plan de estabilización integral, coherente y bien diseñado, su visión apunta a un país diferente del que surge de los conceptos fracasados del ala más dura del FDT

Los próximos pasos en Juntos por el Cambio dependerán, en parte, de los diagnósticos y conjeturas que se realicen respecto a la suerte o no que pueda tener el flamante ministro de Economía.

El líder del Frente Renovador no llega como lo hicieron Cavallo o Sourrouille. Sus metas son más humildes: contener la crisis, desacelerar la inflación y prevenir la aparición de nuevos episodios traumáticos.

La magnitud de la crisis que enfrenta la coalición gobernante llegó a tal extremo que el costo del statu quo es muy superior al de un nuevo giro pragmático, cuya dimensión y alcances precisos aún se desconocen

Atravesando la fase más desquiciada de su autodestructivo gobierno, el Presidente y algunos dirigentes de confianza ponían sus esperanzas en una suerte de ayuda mágica y misteriosa que obtendrían desde la Casa Blanca

La Vicepresidenta ya anticipó que no dará más discursos lapidarios, aunque si Batakis avanza en el acuerdo con el FMI entrará en tensión con el discurso K. 

Agudos comunicadores y analistas sospechan que Cristina Kirchner buscaría asfixiar políticamente a Alberto Fernández y obligarlo a dimitir; Fernando Navarro negó esa posibilidad y alimentó así más rumores

Hasta ahora la vicepresidenta trataba de evitar el involucramiento directo en la gestión económica, pero con la designada ministra de Economía eso cambia. 

Cada día que pasa, el margen de maniobra del Presidente disminuye; son horas cruciales, y más que una lapicera, el mandatario pareciera tener entre sus dedos una inasible arena que se le está escurriendo

Dirigentes, organizaciones sociales, intendentes y gobernadores discuten por la administración de las cajas. Sin embargo, deberían estar pensando en un programa integral que fomente el empleo privado, aumente la productividad y los salarios. 

Lo que el mundo considera una aberración, en la Argentina hubiese sido un éxito. Un dígito alto de inflación despierta una enorme y natural alarma en Estados Unidos y en el Reino Unido. Sus respectivos bancos centrales comenzaron a corregir la política de tasas de interés luego de una larguísima década de dinero ultrabarato, con cenit durante la expansión de la base monetaria sin precedentes de la pandemia.

Si bien el aumento de la conflictividad se da en todo el país, el epicentro es la Ciudad de Buenos Aires. ¿Cuánto se puede seguir tensando la cuerda sin que se generen episodios más complejos en materia social? 

A sus brutales disputas internas y su pésimo manejo de la economía, con el episodio del avión venezolano-iraní, el oficialismo suma sospechas crecientes sobre un eventual realineamiento de la política exterior

Al Frente de Todos, le costará recuperar la competitividad de cara a 2023 si la inflación no merma y los salarios no se recomponen: la primera que lo debe interpretar de esta manera es Cristina Kirchner. 

¿La pelea en el Frente de Todos entró en una nueva etapa de denuncias cruzadas de corrupción? De ser así, el deterioro del oficialismo podría acelerarse aún más y comenzar a incluir ribetes judiciales.

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