Aleardo F. Laría

 

Al inicio de los años 90 el jurista argentino Carlos Nino escribió Un país al margen de la ley, un ensayo dirigido a poner en evidencia ciertos comportamientos anómicos muy arraigados en nuestra sociedad. Por anomia entendía la falta generalizada de apego al cumplimiento de las normas. Nino añadía que nuestra anomia era “boba” porque se trataba de acciones frustrantes para los mismos agentes que las ponían en ejecución.

 

 

Innumerables políticos, agudos periodistas y sesudos juristas de América Latina siguen envueltos en un debate teológico sobre si lo acontecido en Bolivia alcanza la categoría de “golpe de Estado”.

 

 

Según Loris Zanatta (El populismo, Ed. Katz, pág. 235) se podría decir que “el populismo llama al populismo, en el sentido de que impone una lógica maniquea en la agenda, el lenguaje y el estilo político, una esquematización de los problemas, un control de los tiempos y los procedimientos, que obliga incluso a los otros actores políticos a hacer uso de los mismos métodos”.

 

 

Está abierta la incógnita de si su gestión no permitirá reconducir al peronismo desde el turbulento populismo a la socialdemocracia.

 

 

Está abierta la incógnita de si su gestión no permitirá reconducir al peronismo desde el turbulento populismo a la socialdemocracia.

 

 

El resultado de las PASO ha dado lugar a una situación inédita en Argentina. Existe un presidente in péctore que es Alberto Fernández, investido por un plebiscito popular, pero que carece de legitimidad institucional. Por otro lado, tenemos un presidente que todavía detenta el mando institucional pero que ha perdido la legitimidad de origen.

 

 

Todas las personas tienen el derecho a cambiar de opinión política y modificar sus preferencias electorales. Nadie merece ser catalogado de “traidor” por tomar la iniciativa de renunciar a su partido político para pasar a integrar otra fuerza partidaria.

 

 

 

Jorge Fernández Díaz, en una reciente columna publicada en La Nación, después de reconocer que “a lo largo de muchos años frecuentó el intercambio intelectual con quien hoy es el candidato de Cristina”, evoca la leyenda del Caballo de Troya para asegurar que “la Pasionaria del Calafate nos ha dejado un peligroso presente griego: Alberto Fernández”.

 

 

La actividad política es, casi por definición, el espacio del desacuerdo. La mera presencia de “partidos” (políticos) en una democracia, indica que existen perspectivas y propuestas diferentes que están en permanente conflicto y compiten por ganar el favor del electorado.

 

 

Julián Gallo, asesor de estrategia digital de Presidencia de la Nación en el gobierno de Mauricio Macri, acaba de publicar una interesante nota en La Nación para defender la idea de que “la polarización que vemos en la Argentina no es un invento creado por asesores ni una manipulación electoral”.

 

 

En España, en estos días, se está llevando a cabo una investigación judicial sobre espionaje político ilegal similar a la que entretiene en Argentina al juez de Dolores, Alejo Ramos Padilla.

 

 

El presidente Mauricio Macri, al presentar su gabinete, el 2 de diciembre de 2015, prometió que “la AFI (Agencia Federal de Inteligencia) estará al servicio de la seguridad nacional, y no como en los últimos años, que se usó para hostigar y espiar a los ciudadanos".

 

 

El gobernador de Salta y precandidato presidencial del peronismo federal, Juan Manuel Urtubey, ha manifestado públicamente que está a favor de una reforma para que el jefe de Gabinete sea electo por la Cámara de Diputados y actúe como una especie de primer ministro europeo.

 

 

El sistema presidencialista tiene, entre otros notables inconvenientes, que el vencedor de la segunda vuelta electoral “se lleva todo” y el rival pierde hasta la camisa.

 

 

Según Frans de Waal, “se puede sacar al mono de la jungla, pero no a la jungla del mono”. Esta percepción, como es evidente, también es aplicable al ser humano. Tal vez por esta razón el ensayo del conocido primatólogo holandés (El mono que llevamos dentro, Tusquet Editores, 2005) debería incluirse como texto básico en los cursos de teoría política.

 

 

Ernesto Laclau publicó “La razón populista” -su conocido ensayo apologético del populismo- en el año 2005. A esa altura de la década el coronel Hugo Chávez acababa de consolidarse en el poder en Venezuela tras haber afrontado con éxito un intento de golpe de Estado y haber sorteado una huelga general indefinida que terminó en un sonoro fracaso.

 

 

El periodista Hugo Alconada Mon acaba de publicar un ensayo titulado “La raíz de todos los males” en el que ofrece una radiografía muy ilustrativa del fenómeno de corrupción estructural que afecta a la República Argentina.

 

 

La expresión “juez enemigo” ha sido acuñada por el jurista italiano Luigi Ferrajioli para referirse al magistrado que no actúa de modo imparcial.

 

 

No es fruto de la casualidad que el juez Claudio Bonadío haya caratulado la causa abierta tras la misteriosa aparición-desaparición de los cuadernos del ex sargento Centeno como “Cristina Fernández de Kirchner s/asociación ilícita”.

 

 

La aplicación de la ley del arrepentido que está haciendo el juez Claudio Bonadío en el caso de los “cuadernos Gloria” demuestra el peligro que supone dejar en manos de jueces designados por la política herramientas procesales de esta naturaleza.

 

 

Los grandes medios de prensa, en la particular batalla política en la que están metidos, utilizan con escaso rigor periodístico las palabras “sobornos” y “coimas”. La investigación que lleva a cabo el juez federal Claudio Bonadío ha sido caracterizada como el caso de “los cuadernos de la coimas” y no se contemplan otras hipótesis, lo que puede dar lugar a algunas sorpresas en el futuro.

 

 

Podemos acordar con el gobierno en que "la cultura populista aplicada a la energía durante el kirchnerismo causó estragos en el sector energético y efectos colaterales de magnitud en las cuentas públicas, el sector externo, la producción y el medio ambiente".

 

 

La economía argentina registra desde hace décadas una constante inestabilidad de las principales variables macroeconómicas.

 

 

El discurso gubernamental es, en lo central, correcto. Para utilizar una síntesis expuesta por uno de sus portavoces, podemos acordar en que “la cultura populista aplicada a la energía durante el kirchnerismo causó estragos en el sector energético y efectos colaterales de magnitud en las cuentas públicas, el sector externo, la producción y el medio ambiente”.

 

 

Como acontece con cualquier debate en el que se entrecruzan concepciones religiosas, ideológicas y culturales, el uso de las palabras no es neutral.

 

 

Las conversaciones telefónicas entre la ex presidente Cristina Fernández de Kirchner y el ex secretario general de la Presidencia, Oscar Parrilli, han sido difundidas en los principales medios de comunicación.

 

 

Desde una perspectiva institucional, no partidista, la consolidación de un moderno partido de centro-derecha, a partir de la coalición Cambiemos, ha sido una buena noticia.

 

 

La detención del sindicalista platense Marcelo Balcedo ha permitido confirmar lo que es un hecho ampliamente conocido en Argentina.

 

Hace exactamente cien años que el senador estadounidense Hiram Johnson  pronunció aquella conocida frase que señala que “la primera víctima cuando llega la guerra es la verdad”.

 

La Comisión de Disciplina y Acusación del Consejo de la Magistratura, gracias a una mayoría oficialista, ha citado al juez Daniel Rafecas para formular su descargo por “presunto mal desempeño en sus funciones” imputándole haber dictado una resolución por la que desestimaba la denuncia del fiscal Alberto Nisman contra Cristina Kirchner por inexistencia de delito.

 

La aparición de la coalición “Cambiemos” y su consolidación como partido político tras su reciente triunfo electoral, es una buena noticia para Argentina.

 

Un juez en lo contencioso administrativo ha avalado la eventual remoción de la procuradora general de la Nación, Alejandra Gils Carbó sin necesidad de recurrir al mecanismo del juicio político.

 

Según José Luis Espert (“La Argentina devorada”, Ed. Galerna) nuestro país  debería ser un país desarrollado, pero no lo es “porque tres corporaciones se la fuman en pipa”.

 

Los fiscales que han venido impulsando la tesis del magnicidio de Nisman han conseguido un dictamen pericial de Gendarmería favorable a su hipótesis.

 

Algunas destacadas personalidades sostienen la tesis de que la Cámara de Diputados tiene la  facultad de excluir al diputado Julio De Vido porque  se trataría de una decisión “política”, dotada de un alto grado de discrecionalidad.

 

La Cámara de Diputados tiene bajo tratamiento tres proyectos de expulsión del diputado nacional Julio De Vido, presentados por varios diputados de la alianza Cambiemos.

 

El Gobierno conducido por el presidente Mauricio Macri ha elegido el peor momento para lanzar su particular embestida contra la procuradora general de la Nación, Alejandra Gils Carbó. La coincidencia con los intentos del presidente Nicolás Maduro de desplazar a la Fiscal General de Venezuela, Luisa Ortega Díaz, no podían ser más desafortunados.

 

En los últimos días los medios se han hecho eco de dos procedimientos judiciales que, aunque afectan a  diferentes personas, presentan una cierta conexión. Por un lado, el pedido de desafuero y detención del diputado Julio de Vido solicitado al juez de la causa por el fiscal Carlos Stornelli.

 

Es muy fuerte el habitus de analizar los acontecimientos políticos desde la óptica tradicional que clasifica a las decisiones en el espacio de derecha o de izquierda.

 

En el año 2009 el gobierno de Cristina Fernández presentó ante el Congreso de la Nación una ley de rimbombante título: “Ley de Democratización de la Representación Política, la Transparencia y la Equidad Electoral”.

 

El Gobierno del presidente Mauricio Macri anunció que había decidido  instalar una quinta central nuclear en la Patagonia que se sumaría a  Atucha I, Embalse, Atucha II y Atucha III (todavía no construida).

 

La visita del Grupo de Trabajo sobre Detención Arbitraria (GTDA) de las Naciones Unidas ha servido para recordar el penoso estado de los derechos humanos en las prisiones argentinas.

 

La convocatoria de acreedores de la empresa Correo Argentino SA no deja de deparar sorpresas.

 

El ejercicio del derecho de huelga está garantizado en el artículo 14 bis de la Constitución Nacional. La huelga  es una forma autorizada por la ley de ejercer una presión sobre el empleador, con el objetivo de obtener un aumento de salarios o algún otro beneficio laboral.

 

Se acaba de conmemorar un nuevo aniversario del golpe militar del 24 de marzo de 1976 y las organizaciones de derechos humanos han dado a conocer una extensa declaración que no está a la altura de lo que exige una visión imparcial y no sectaria de lo acontecido.

 

La película “Relatos Salvajes” (2014) del director Damián Szifrón, fue considerada por alguna crítica como  una mirada impiadosa sobre una sociedad argentina siempre crispada y atenazada por la corrupción, la desigualdad social y la anomia. Si bien era una obra de ficción, la similitud con hechos de la vida diaria de los argentinos la asimilaban a un testimonio documental. No pasa una semana sin que surja alguna noticia que merece ser incorporada a la saga del filme.

 

Mario Vargas Llosa acaba de publicar una nota titulada “El nuevo enemigo” en la que afirma que el comunismo ya no es el enemigo principal de la democracia liberal, sino que el nuevo enemigo es el  populismo, una suerte de epidemia viral que ataca por igual a países desarrollados y atrasados. Acierta en señalar que ingredientes centrales del populismo de derecha son el nacionalismo y su amigo inseparable, el racismo, que convierte a los inmigrantes de color y a los musulmanes en las víctimas propiciatorias. Pero hay que ser cuidadoso con el uso de algunas metáforas.

 

La dicotomía “amigo-enemigo” ha sido considerada tradicionalmente como uno de los rasgos característicos del discurso populista.

 

Gran parte del electorado que votó a Mauricio Macri lo percibió como el gran modernizador de la Argentina, el hombre que venía a remover los malos hábitos que había implantado la última versión del populismo peronista. 

 

Argentina es el país de los grupos de presión. En cuanto surge un reclamo, rápidamente se organiza un grupo para llevar sus exigencias a la calle y presionar a las autoridades. Se acaba de anunciar una manifestación que acudirá  a las audiencias públicas convocadas por el Gobierno para tratar el aumento de las tarifas de gas. Un tema esencialmente técnico-económico, queda así sometido a la presión de los que hagan más ruido en la calle.

 

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