El gobierno de Alberto Fernández apuesta todo a la "estabilización" de la economía. El ministro de Economía, Sergio Massa, envió este jueves a la Cámara de Diputados el proyecto de ley de Presupuesto 2023, que dispondrá el año próximo un fuerte ajuste del gasto público, de los subsidios económicos para varios sectores privilegiados más allá de las tarifas de gas y luz, suba del tipo de cambio y de las tasas de interés y una baja del consumo con el fin de "normalizar" la economía.
Según pudo saber A24.com de altas fuentes oficiales, el objetivo del "Plan Massa" es reducir la brecha cambiaria, liberar el acceso a las divisas, salir paulatinamente del cepo cambiario y revertir las restricciones de importaciones de insumos para la producción.
“El objetivo es normalizar la economía y estabilizarla”, aseguró el embajador Jorge Argüello a A24.com. El embajador en los Estados Unidos le armó la agenda a Massa en su reciente gira por ese país y organizó el viaje que Alberto Fernández comenzará este sábado, donde se reunirá con empresarios y e irá a la asamblea general de las Naciones Unidas (ONU).
En la "era Massa", existe un nuevo romance con los Estados Unidos. El ministro de Economía y su par de Interior, Eduardo “Wado” De Pedro, visitaron este jueves al embajador norteamericano, Marc Stanley, junto a diez gobernadores del Norte Grande que viajarán el lunes 26 de septiembre a Washington y Nueva York a cerrar negocios de energía y minería.
El giro en la política económica tiene el visto bueno de la vicepresidenta Cristina Kirchner. Ella le dio luz verde este miércoles en una reunión con Massa, De Pedro, el gobernador bonaerense, Axel Kicillof, y el diputado Máximo Kirchner.
La principal novedad surgida allí fue que acordaron que en el Presupuesto 2023 habrá fuertes recortes de subsidios económicos a sectores empresariales e industriales privilegiados, más allá de los recortes en el gas, la luz y el agua. Es un pedido del Fondo Monetario Internacional (FMI) para bajar el gasto.
Pero ante tantas medidas pro-mercado, diseñaron un nuevo relato populista: lo presentarán como una bandera política en favor de los más necesitados y en detrimento de los más ricos. Son subsidios o beneficios fiscales que totalizan un 2,4% del PBI, casi como el déficit previsto en 2022. Un ejemplo son las facilidades a la industria de Tierra del Fuego, la exención del impuesto a las ganancias para los jueces, o los beneficios a directores de empresas que no pagan impuestos.
"Esto va en línea con el dialogo que venimos discutiendo con el FMI. Los funcionarios de cada jurisdicción irán al Congreso a defender su presupuesto", señalaron en el Gobierno a A24.com.
“Ahora se discutirá con la derecha quiénes son los verdaderos ‘planeros”, los subsidiados de la economía, que no son los beneficiarios de planes sociales, los pobres, sino los empresarios ricos, a esos hay que sacarles”, señalan en las usinas kirchneristas para justificar el ajuste como si esos subsidios no hubieran sido parte del modelo kirchnerista desde 2003.
“Hay que discutir cómo se gasta la guita, a quién se beneficia y van a aparecer muchas sorpresas”, señalaron a A24.com.
"Habrá una separata planteando al Congreso la posibilidad de eliminar beneficios impositivos que representan más de 2,4 del PIB", señalaron a A24.com en el Ministerio de Economía.
La realidad del ajuste y la estabilización en un año electoral
Bajo ese paraguas narrativo justificarán un fuerte recorte del gasto en 500.000 millones de pesos para alcanzar las metas del acuerdo con el FMI firmado por el ex ministro de Economía Martín Guzmán. Una de ellas, el déficit fiscal de 2,5% del PBI en 2022 y 1,9% para 2023, se transformará en una de las pautas del Presupuesto.
También se pasará de 1% del PBI de emisión monetaria a 0,6% el año próximo y buscarán 5800 millones de dólares de reservas. Cumplir las pautas, aun en el año electoral, será clave para lograr los desembolsos del FMI para repagar la deuda de 44.500 millones de dólares con el organismo.
Todo, en medio de la campaña electoral de 2023
Las metas del Presupuesto 2023: qué implican.
Massa convenció a la vicepresidenta que esos ajustes son fundamentales para revertir la inflación que fue de 7% en agosto, superó el 56% en ocho meses del año y se estima en 95% anual hacia diciembre. El peronismo necesitará muchos más esfuerzos que rezar, como el sábado último, en la Basílica de Luján por la pacificación política y contra el odio.
Entre tantas señales al mercado, el Presidente y Massa lanzaron este jueves el Plan Gas 4 y 5, que fue bien recibido por el sector energético. En ese sector señalaron a A24.com que las reuniones de Massa en Houston fueron positivas y que dio muestras de entender las necesidades de reglas de juego -asegurar el acceso de divisas para lograr las inversiones y captar dólares- aunque no se cumpla del todo lo que se anuncia.
En esa línea, el proyecto de Presupuesto de 2023 prevé pautas para esa estabilización: el déficit fiscal primario deberá bajar de 2,5% del PBI en 2022 a 1,9% en 2023 (3,9 el financiero), lo cual implica una poda de gastos de 500.000 millones. Los subsidios energéticos pasarían de 2,2% del PBI a 1,6% y en el transporte de 0,5% a 0,4%: seguirán los aumentos de tarifas, que el kirchnerismo deberá soportar en un año electoral.
Una devaluación en línea con la inflación prevista
Se estima en el proyecto que la inflación de 94,5% de 2022 bajará a 60% el año próximo. El dólar oficial que hoy cotiza a 150 pesos se proyecta a diciembre de este año en 166,5 pesos y a fines de 2023 en 270$ (devaluación interanual de 62% en línea con la inflación prevista). El dólar promedio será de 219 pesos. La mejora del salario real será solo del 2%.
Se prevé así que el tipo de cambio oficial estará casi en el nivel del actual dólar paralelo de 276 pesos. Esto apunta a reducir la brecha cambiaria -también se moverá el blue- y salir del cepo y al mismo tiempo facilitar el acceso a divisas y liberar la restricción de importaciones de insumos para la producción.
El crecimiento de la economía se prevé, bajaría de 4% este año a 2%, la inversión caería de 10 puntos a 2,9 en 2023 (inversión en obra pública sube 0,3%). El consumo privado bajaría de 6,5% a 2%, el año próximo, debido a la suba de tasas de interés. El Banco Central llevó ayer a 75% la tasa de interés para las Leliq.
Pese a la caída del consumo, la ley apostará al aumento en las exportaciones del 7,1%, mientras que las importaciones sólo se incrementarían en un 2%. De este modo, se busca que el superávit comercial pase de 7751 millones de dólares en 2022 a 12.347 millones en 2023, lo cual fortalecería las reservas.
El “Plan Massa”, normalizar, salir del cepo y liberar importaciones
“La situación económica es difícil y eso se llama cepo cambiario, restricciones a las importaciones, a la salida de divisas, sobre esas cosas estamos trabajando”, dijo Jorge Argüello a A24.com. “Resolver esto define la posibilidad de estabilizar la economía, estamos en ese camino, hay medidas concretas que se van tomando, han sido todas explicadas por el ministro, en conversaciones en el Tesoro, las compañías americanas que invierten en la Argentina no pierden plata”, dijo.
“Pero necesitamos generar condiciones mucho más positivas para que se produzca un incremento importante en inversiones nuevas que es lo que va a multiplicar las posibilidades de nuestra economía, en eso estamos trabajando”, señaló Argüello. Aseguró que ese fue el “gran logro” de la gira de Massa en los EE.UU.
“Es objetivo es normalizar la economía y estabilizarla. Ahora nuestro gran desafío es cumplir las pautas y las metas establecidas en el acuerdo con el FMI”, señaló el embajador.
Alberto Fernández viaja con la misma agenda de Massa
Para cumplir ese objetivo, Alberto Fernández viajará este sábado a los Estados Unidos. Además de participar de la asamblea de la ONU, el miércoles 21 irá a Houston, Texas, y se reunirá con 40 compañías de energía y minería, y ratificará las promesas de Massa. El 26 irán 10 gobernadores junto a Wado De Pedro y tres de ellos –Gerardo Morales (Jujuy), Gustavo Sáenz (Salta) y Raúl Jalil (Catamarca)- tendrán una agenda propia con el sector del litio.
Massa considera clave esas inversiones para atraer dólares. Massa y Wado De Pedro, la pata económica y la pata política del Gobierno, estuvieron ayer con esos diez mandatarios en una reunión preparatoria con el embajador norteamericano, Stanley. Estuvieron Gildo Insfrán (Formosa), Gerardo Zamora (Santiago del Estero), Osvaldo Jaldo (Tucumán), Ricardo Quintela (La Rioja), Oscar Herrera Ahuad (Misiones), Gustavo Valdés (Corrientes), y Jorge Capitanich (Chaco).
Entre el 26 y el 30 de septiembre estarán en Washington y Nueva York, con empresarios y dirigentes políticos de Estados Unidos. Luego fueron a la Casa Rosada y participaron del lanzamiento de un plan para la producción de gas.
El Plan Gas 4 y 5, la otra señal al mercado de hidrocarburos
El Presidente y Massa lanzaron ayer el Plan Gas 4 y 5 de Sustentabilidad Energética. “Estoy seguro de que en el gas está el secreto de nuestro futuro desarrollo”, dijo Alberto Fernández. Estaba presente la secretaria de Energía, Flavia Royon. El objetivo declarado es incrementar la producción de gas natural, sustituir importaciones, generar divisas y empleo.
El Presidente tomó así por primera vez la agenda del combustible no convencional -gas y petróleo- en Vaca Muerta. El kirchnerismo no la había abordado con el ex secretario de Energía, Darío Martínez. En casi tres años, el funcionario y La Cámpora se consumieron en peleas con Guzmán por la suba de tarifas mientras crecía la inflación.
“Es hora de que entendamos que este no es el proyecto de un gobierno, debería ser el proyecto de un país. Estoy seguro que en el gas está el secreto de nuestro futuro desarrollo”, expresó Alberto Fernández en una admisión tardía de aquellas demoras.
Massa explicó que “el Plan Gas 4 y 5 representa, hasta el año 2028, 19 mil millones de dólares de ahorro, si cumplimos todos con nuestros objetivos”. Además de captar dólares por exportaciones, el plan permitiría ahorrar en importaciones de gas y gasoil, uno de los principales factores de salida de dólares y de la suba del gasto público, que ahora se quiere retrotraer con un ajuste con relato nacional y popular.
Mariano Obarrio