Roberto García
“Les amagué por la derecha y salí por la izquierda”, bromeaba ayer Luis Barrionuevo mientras jugaba al golf en Mar del Plata, en el torneo Dos Reyes. Hoyo en uno, bramaba al burlarse de quienes habían imaginado, con deleite sangriento, la foto entre él y Javier Milei luego de que el gremialista le organizara un lunch a favor de su candidatura la noche anterior.
Como se trata de ganar y romper el empate de tres tercios, cada candidato simula estrategias. En rigor, el trío improvisa más que planifica.
Los trabajadores deben alistarse para el inevitable choque devaluatorio, al necesario paso, según cualquiera de los tres candidatos, para un orden y equilibrio económico. Lástima que haya antes que cruzar el Sahara. Y no se sabe cuánto dura la travesía.
Difícil entender la actual pelea entre los miembros de una misma legión: los creyentes. No luchan contra ateos o agnósticos; por el contrario, confrontan entre los dueños de la fe. Ejemplo: el conflicto político desatado entre el Papa y Javier Milei, unidos en su devoción al Supremo. Bajo la religión católica opera la subsidiaria de los curas villeros de Francisco mientras el candidato liberal, por partida doble, ahora fusiona su formación cristiana (se educó en colegio católico) con un particular movimiento dentro del judaísmo: los influyentes Lubavitch (aunque él se ha entrenado en la Torá con un barrial rabino marroquí, cercano a los sefaradíes que orienta el superior Sacca). Repetir las Cruzadas en el siglo XXI con otros enemigos.
Milei se ha entusiasmado tiempo completo con su nueva pareja, Fátima Florez. El desvarío político de Bullrich y la tensión con Macri. Massa confía en que será segundo.
Los candidatos muestran sus cartas en el inicio de campaña. La agenda económica y de seguridad.
Si el apoyo de ciertos empresarios se mide por el aplauso, Patricia Bullrich le ganó a Javier Milei en la última reunión del tradicional Council of Americas. Aunque después, curiosos y precavidos, los sponsors del evento desfilaron solícitos ante el postulante liberal. Cheek to cheek. Resucitaban los tiempos en que Cristiano Rattazzi sacaba a bailar tangos a Graciela Fernández Meijide cuando la mujer era la expresión del progresismo triunfante. Oportunismo repetido, lógico.
La superación del pleito Larreta versus Bullrich, no solo en las urnas, sino con la unificación de los economistas. Pero se desató otra pugna: Patricia parece incomoda con la actitud de Macri, su principal sponsor.
Abundan las leyendas negras. También en política. Por ejemplo, se repite como estigma: los gobernadores de la provincia de Buenos Aires nunca alcanzarán la presidencia elegidos por el pueblo (el caso de Eduardo Duhalde fue una anomalía, designado por el Congreso). Otra fábula oscura: la Argentina es un país machista que no vota mujeres independientes para ocupar la Casa Rosada.
Se dice que Cristina anticipó los tres tercios del resultado. Falló en lo principal: se olvidó del ganador. Estaba convencida que Patricia sería la vencedora. A Cristina le cuesta entender la performance de Milei, que lo voten más pobres que ricos.
Varios misterios despejará la interna general de hoy. Uno de ellos: el impacto cuantitativo de la prevención de los gobernadores que anticiparon sus comicios provinciales para no compartir suerte con sus referentes nacionales.
Preparativos y escenarios para la visita del Papa luego de los comicios de octubre. Enmarcaría su periplo con la canonización de dos argentinos con recorrido y condiciones diferentes.
Sergio Massa descubrió que resulta más sencillo leer la borra del café que consultar a una gitana. Es más barato, evita intermediarios y solo él se entera de que los múltiples problemas actuales se volverán más complicados luego de la elección del próximo domingo. Ducha fría en un invierno helado.
Como se sabe, el Caballo de Troya parece que fue un terremoto. Aunque la atractiva leyenda griega contada por Homero y otros autores impuso el mito del gigante artilugio de madera con soldados ocultos para ocupar la ciudad. Como se sabe también, interesa más aceptar el ardid bélico que la catástrofe climática: siempre rinde un embuste bien contado. Además, aquella presunta artimaña militar sirvió como habitual ejemplo del periodismo poco imaginativo para describir situaciones políticas.
De los veintisiete aspirantes presidenciales, solo a cuatro los identifica la misma emoción incontrolable: el miedo. Lo esconden como los fanáticos, según advertía Voltaire en relación al resto de los humanos. En cuanto a los veintitrés candidatos pendientes, el fracaso no los desanima: ya fracasaron antes de entrar a escena, son espontáneos del ruedo.
Hola. Prioridad en el capítulo “Massa ministro”: arreglar con el FMI como se pueda, esta misma semana si es posible. Ya no alcanza con repetir: “En las próximas horas viajamos y firmamos un entendimiento”. Tal vez se acuerde, aunque deban aceptarse duras exigencias del organismo, hasta el momento poco modificables.
Está en revisión Horacio y se multiplica para enmendar las encuestas. Padece el síndrome de la clase media argentina: estancamiento y retroceso. Ahora intenta cambiar. De pacífico a intransigente.
Clásico: cuando uno piensa que va a llover, lleva un paraguas. Cuando un funcionario piensa que partirá del cargo, incorpora personal, amplía la plantilla ministerial, convierte a los contratados en planta permanente. Son las telas de la cebolla, no las nanas de Miguel Hernández.
El ministro no siguió el consejo de Néstor: no hay que darle poder a los gobernadores. En JxC juran, "vamos a estar juntos". Dudoso. Y Milei afectado y nervioso.
Coinciden Sergio Massa y Patricia Bullrich. Ambos ingresan a la etapa del destete, el fin de la lactancia. Como cualquier mamífero, buscan otro alimento, se separan de sus padres, de Cristina de Kirchner y de Mauricio Macri. Igual que los pájaros, que no necesitan aprender a volar. Ese bautismo está en la misma naturaleza, como unos se lanzan al espacio sin experiencia previa, al igual que los infantes se paran y caminan por su cuenta. Sin embargo, ese fenómeno natural está escrito pero no escriturado.
"Larreta es más falso que un discurso de Massa", repiten marcando que hay unanimidad de criterio en la pelea contra el jefe de Gobierno porteño por la ríspida interna de Juntos por el Cambio.
Estaban mal encajadas las piezas del puzzle peronista. Había réplicas de dudoso origen, ortopédicas, mal terminadas, al menos para la presentación electoral.
Rompió el encierro opresor de CFK y sonrió con su venganza. Se independizó. Un castigo al reino del látigo y la lapicera. Scioli-Alberto-Tolosa Paz han constituido un triángulo de las Bermudas para el kirchnerismo.
Final esta semana para integrar los elencos de la calle Corrientes en la temporada electoral del año. Competirán hasta agosto y, de acuerdo al éxito de boletería, unos bajarán de cartel y otros habrán de concurrir a una nueva eliminación en octubre. Escasean vedettes para las fórmulas, lo que permite cotizar más alto a las damas. Si hasta Chiche Duhalde volvería a las tablas y sería primera candidata a diputada por la flamante sigla del cordobés Juan Schiaretti.
La nueva apertura de JxC no alcanza a cualquier liberal. Milei cree, con inocencia, que no se va a desinflar por carecer de estructura. A Cristina la aconsejaron: "Ya tuviste 4 penales y los erraste todos".
Incombustible, contumaz, campeón de las esperanzas renovadas, Sergio Massa volvió a insistir ayer con la intención del candidato único como representante del oficialismo en la próxima elección general. Para él. O, en el peor de los casos, para otro (lo que supone reservar para sí mismo la senaduría bonaerense, siempre que no haya hecatombes).
"Queremos ser Presidentes", anhelan Horacio Rodríguez Larreta, Patricia Bullrich, Wado de Pedro y Sergio Massa, pero en los dos grandes bloques políticos se desató un vendaval.
China exige más condiciones que el FMI para sus préstamos, al revés de lo que cree CFK.
Tamaño problema para el ministro de Defensa con dos generales retirados. De la "generación diezmada" a la "apología del terrorismo".
Cierta excepcionalidad se verifica para las próximas elecciones. Nunca antes, por ejemplo, tantos gobernadores han descalzado su comicio provincial del nacional. Prescindencia sobre una responsabilidad que se supone compartida. Son diecinueve y aún falta el anuncio del adelantamiento en la súper frutilla, la provincia de Buenos Aires. Para este proyecto, hay discrepancias en la cúpula: Kicillof apoya el proyecto, Máximo está en contra y Cristina no se pronuncia.
La precandidata presidencial participó de un cuestionario del nuevo programa de Jorge Lanata. Pese al apoyo que recoge, la calificación que obtuvo desató su ira.
Alianza política sí, apoyo electoral no. La Vicepresidenta le quitó la bendición a Massa.
En el congreso peronista quedaron huérfanos además porque Cristina no validó tampoco a ningún candidato. El ministro de Economía desarrolla la extraña estrategia de "cuanto peor, mejor".
Si el número del 8,4% de inflación fue una conmoción esta semana, el guarismo reservado para mediados del mes próximo podría ser aún más catastrófico: al menos en los primeros siete días de mayo el índice sumó más del 3% según analistas privados. Ningún complot, palabra de especialistas, multiplicación de colegio primario: un 3x4 que infarta justo en la víspera de la convocatoria a primarias. Drama para Sergio Masa que hoy, como broma de sus amigos, recuerdan que quiso ser ministro para llegar a presidente. Y ahora pretende ser candidato a presidente para dejar de ser ministro.
María Eugenia se despegó de los tres referentes máximos del PRO. Por el contrario, reflotaron viejos episodios con Macri, que se pregunta por qué no volvió a la Provincia.
Más alboroto de mujeres, incombustibles algunas de ellas. En apariencia. Aunque la mención a cualquier desorden femenino suele ganarse el término “misógino”, como una condena degradante, de por vida. Es la palabra de moda en los últimos tiempos, caracteriza la pugna por el género cuando el ser humano es uno solo.
La Argentina ofrece alta inflación, nulas reservas y exorbitantes tasas de interés. Casi un paraíso subsahariano. También un gobierno de múltiples cabezas y, sobre todo, mujeres funcionarias que lo desnudan en un bochornoso striptease. A cada rato.
Se extingue la estrella de Cristina. Como la de Alberto Fernández y la de Mauricio Macri. Para el trío: mandato cumplido, según la casta o, en situación de retiro, como acostumbran a ejecutar los militares. Abandona el terceto por una naturaleza biológica poco habitual de la política: ninguno puede presentarse a la elección.
Cristina con su ministro se siente engañada. "Me prometió una inflación de 3%, y me castiga con uno de ocho", rezonga sin consuelo la doctora.
Se impone la democracia del dedazo en el oficialismo ante la doble derrota de Alberto Fernández: lo obligaron a desertar de un ejército que renegaba de su jefatura, a sepultar su posible reelección y, ahora, lo inducen a que abandone su propósito de que haya internas para elegir un candidato presidencial.
Notable la preocupación empresaria contra quien se ofrece como defensor del capitalismo. Antes era simpático, ahora contagia pavor, se advirtió en el último encuentro de empresarios en Bariloche.
Al 7 se le atribuye la perfección, lo “bien hecho”. Es el mejor de todos los números. Y, si se apela a una cita bíblica, puede añadirse otro detalle favorable. Pregunta Pedro: “¿Maestro, cuántas veces debo perdonar?”. Respuesta: “No te digo 7, hasta 70 veces 7 debes perdonar”. Cuesta entender la precisa elección de la cifra, el misterio numerológico. Muchas explicaciones, ninguna certera.
Rodríguez Larreta se siente eufórico. Por fin cortó el cordón umbilical con Mauricio, se apartó de su desconsideración y el mal trato.
Faltaba uno del rubro peronista. Por lo menos. Y del interior. En esa estantería partidaria no abundan las ofertas, menos los productos consolidados, y la dueña de la franquicia no acierta con ningún señuelo propio.
Alberto Fernández todavía no abdicó de la nominación y, encima, la Casa Rosada no le ofreció cargos ni áreas a Scioli & Cía., ni siquiera una “caja”. Alberto colgó el cartel: “No” a cualquier pretensión.
Nunca un morocho, a pesar del origen peronista de la dama. Como las pulposas pin up que jamás se enredan amorosamente con un albañil. Ella siempre con carapálidas, blanquiñosos, lo que la sociedad femenina considera bien parecidos, atrayentes. La política también requiere una estética, rinde la belleza. Y, en este caso de favoritos, al garbo para pertenecer al elenco debe agregarse cierta inclinación sumisa a lo que dice y manda Cristina Fernández.
También selló la cantidad de candidatos a la Casa Rosada: no más de cinco. Con su repentina divulgación de la renuncia, quiso aliviarle el camino a la Bullrich.
Pasaron 47 años, algo cambió. 24 de marzo en dos etapas, l976 y 2023. De aquel golpe militar contra un gobierno democrático que nadie menciona, como si fuera una infección peronista. Memoria selectiva en la jornada de la memoria. Curioso. Y aún vive aquella mujer desalojada de la Casa Rosada (la viuda de Perón), de patética gestión, castigada luego con años de cárcel por arbitrios castrenses.
El titular de Economía pasó de aquel cariñoso diminutivo al mustio bautismo original. "Sergito" prometía una inflación de 4 y "Sergio" terminó a los tumbos navegando entre el 6 y el 7.
Ejemplo de cabal demócrata: Alberto Fernández. Como Presidente, ansía la reelección y, al mismo tiempo, tolera y asimila que varios de sus adláteres ministeriales aspiren a la misma candidatura. Ni los discute como rivales, como si fuera una competencia libre. Nunca visto este fenómeno modélico, irregular y asombroso, inhallable en otros gobiernos y en otros países.