En el Gobierno todavía no logran dimensionar el impacto que tuvieron las declaraciones que Alberto Fernández realizó en Madrid, en entrevistas con el diario El País y la Televisión Española, en las que contestó las críticas de Cristina Kirchner.
Durante el vuelo que trasladó a la comitiva oficial a Alemania, fue motivo de debate y trascendieron algunas certezas: al Presidente “no” le preocupa una reacción del kirchnerismo, no tiene previsto hablar con la vice en el corto plazo y tampoco asoma en el horizonte una reunión, incluso cuando según su modo de ver sus declaraciones no implican una pelea sino un “debate”, como había dicho la socia mayoritaria de la coalición.
“En algún momento me reuniré con Cristina”, concedió Fernández. Pero aseguró, en la intimidad, que “no” prevé una charla en lo inmediato. “Estuvieron dos años diciéndome por qué hablo y ahora me plantean por qué no hablo”, ironizó.
No hay una urgencia tampoco para calmar el frente interno. “No me perturba el tema, no me preocupa (una respuesta)”, fue el mensaje que transmitió el Presidente ante la preocupación de que el dardo filoso que lanzó contra Cristina.
Según pudo reconstruir este diario a través de fuentes inobjetables, el jefe de Estado intentó relativizar las diferencias y enmarcarlas dentro de “un debate abierto” que en el Gobierno vislumbran que se prolongará hasta el final del mandato. “No son dos modelos distintos: el problema es que queremos llegar a lo mismo por distintos caminos”, matizó. “Alberto va por la Ruta 2, a ella le gusta más las 11 porque la hicimos nosotros (por el peronismo)”, graficó, en tono jocoso, un funcionario de la comitiva.
¿Pelea o debate?
Buscando desdramatizar el contrapunto, Fernández cree que no es un motivo para que esté en duda la unidad del Frente de Todos. “Está claro que tenemos miradas distintas con Cristina sobre algunas cosas de la economía, no son diferencias nuevas, yo las planteé durante muchos años”, recordó, dándole a entender al interlocutor que eso no impidió que la vice lo ungiera como candidato en 2019.
“No veo en el Congreso a nadie que quiera desestabilizar al Gobierno”, reforzó.
En esa línea, fueron varios los funcionarios que escucharon a Fernández resaltar un gesto de la vice: “El viernes (en su discurso en Chaco) no hizo una sola referencia al acuerdo con el Fondo Monetario Internacional. Eso significa que es un tema terminado para ello. Lo tomo como un gesto bueno”.
En línea conciliadora, el jefe de Estado busca que sus dirigentes interpreten el sentido de sus palabras de este martes, cuando señaló que Cristina “tiene una mirada parcial” sobre la política económica de su administración.
“Lo que dijo Cristina el viernes es verdad: estamos en medio de un debate. Ella dice lo que piensa y yo digo lo que pienso. No es un problema de tensión, es un problema de fijar posiciones”, insistió el mandatario, según confiaron en su entorno.
Ignacio Ortelli