En lo peor de la crisis, el gobierno de Alberto Fernández está a la deriva. Se conoció este jueves la inflación de junio de 5,3%, el 64% anualizada, el dólar blue tocó el máximo de 289 pesos, la Ciudad quedó paralizada por las marchas piqueteras, se conocieron más internas y más renuncias. El nuevo equipo económico quiere flexibilizar el cepo a las importaciones y el presidente discute con sus socios del Frente de Todos más cambios de gabinete que, por ahora, no quiere permitir.
Según pudo saber A24.com, la ministra de Economía, Silvina Batakis, considera que el número de inflación fue muy malo, pero presagia que el de julio será peor.
Varios funcionarios propios y extraños comienzan a dejar solo al presidente y tienden puentes con la vicepresidenta Cristina Kirchner. Batakis prepara medidas para pasar el invierno hasta y poder respirar en el verano sin tanto gasto en importaciones de energía -gas para calefacción-, que asfixia a las arcas públicas.
¿Cuál es el plan de Batakis para la macro y la microeconomía?
Según confiaron a A24.com fuentes de la Casa Rosada en permanente contacto con la ministra, la hoja de ruta en elaboración consta de varios ejes, además de las medidas de equilibrio fiscal anunciadas el lunes último: no gastar más recursos de los que ingresan, congelar las vacantes en el Estado, segmentar las tarifas, subir las tasas, controlar los precios, revaluar inmuebles, y cumplir las metas del acuerdo con el FMI.
El número de inflación de 5,3% en junio no mejorará en julio, sino que se agravará. Apuntará a "dar alguna certidumbre para que haya algo de calma" y "ordenar los números" de la macroeconomía: instrumentar el plan de no gastar más de lo que ingresa y lograr el equilibrio fiscal.
Se reunirá con todos los sectores empresarios, supermercadistas e industriales para darle mayor acceso a dólares para la producción y las importaciones de insumos. A cambio, negociará que no desabastezcan al mercado y no suban los precios. Contará con apoyo de la AFIP, el Ministerio de Desarrollo Productivo, que dirige Daniel Scioli, el Banco Central y la AFIP.
El Banco Central flexibilizó el cepo de importaciones
Batakis coordinó con el Banco Central este jueves la mejora de las condiciones para las importaciones del sector productivo destinadas a la importación de bienes y servicios asociados con el sector productivo. Apunta a la actividad energética, la producción de fertilizantes y fitosanitarios, los insumos destinados a elaborar productos para la exportación y la industria automotriz.
El presidente visitó este jueves la planta de Honda Argentina que alcanza la producción de 1.200.000 motos desde 2006. Intenta dar señales de reactivación. Pero después se internó en la residencia de Olivos.
La ministra necesita "pasar el invierno". El Gobierno señala que transita un cuello de botella estacional de energía: el millón de BTU, por la guerra, escaló de 3,5 dólares a 51, con récord de importaciones que generan un desfasaje fiscal abismal. En agosto o septiembre próximos, pasado el tsunami, espera poder acomodar los números. Mientras abriga esa expectativa, tomará distintas herramientas.
Una de ellas es tratar de captar el dólar receptivo: el 80% de los dólares que ingresan por turismo de extranjeros se va a los “arbolitos” y sólo un 15 y 18% queda en el mercado legal. Se está pensando en una medida para rescatar la moneda extranjera que va a las "cuevas".
"La idea es restringir los dólares para el 'ocio y apuntar a los dólares para la producción para crear trabajo genuino, aunque no es de un día para otro", señalan fuentes cercanas al equipo económico.
"Generamos compromisos, pero cada uno luego hace su juego"
“Estamos teniendo reuniones y hay compromisos mutuos, pero después cada uno hace su juego. Estamos en un momento clave y daremos todas las señales de que Batakis va a ir para adelante y que es capaz de alcanzar estas metas y medidas que hizo públicas”, dijo a A24.com un funcionario de la Casa Rosada, resignado a dar malas noticias.
Silvina Batakis, Daniel Scioli y Miguel Pesce se seguirán reuniendo con empresarios, supermercadistas e industriales para flexibilizar el cepo a las importaciones de insumos. Pero cierran el torniquete de los dólares para el turismo.
Desde el Gobierno confirmaron que existió el miércoles último una cumbre en Olivos entre Alberto Fernández, Cristina Kirchner y el presidente de la Cámara de Diputados, Sergio Massa. Pero el contenido quedó en el más absoluto hermetismo. El kirchnerismo desmintió que allí se discutiera el aumento de la tasa de 35 a 45% para el dólar turista, que anunció horas después el Banco Central y que hayan acordado la desaceleración del cumplimiento de las metas del acuerdo con el Fondo Monetario Internacional.
Renuncias que presagian más medidas restrictivas
Pero la renuncia del titular de la Comisión Nacional de Valores (CNV), Adrián Cosentino, y su reemplazo por su segundo, Sebastián Negro, de confianza de Batakis, hacen prever un mayor torniquete sobre el dólar MEP que se compra con la operación con bonos.
Las fuentes oficiales confirmaron a A24.com que en la Casa Rosada se sigue discutiendo el cambio de más funcionarios. El presidente considera que con el nombramiento de Batakis es suficiente. Cristina Kirchner y Massa opinan que hay que profundizar el cambio, aunque no se ponen de acuerdo en el rumbo.
La vicepresidenta apoyó en silencio los anuncios "ortodoxos y fiscalistas" de Batakis pero considera que luego de logrado cierto equilibrio fiscal debe avanzarse en medidas de redistribución como la moratoria jubilatoria, la ley de renta inesperada, que deambula sin destino en el Congreso, y el Salario Básico Universal, que el Presidente, Massa y Batakis no quieren firmar por ahora. En esa sintonía fina está el centro del debate.
Pese a la tregua, sigue el combate interno en el Gobierno
El Presidente se va quedando solo en el gabinete. El único que defendió a Alberto Fernández fue el ministro de Seguridad, Aníbal Fernández, que dijo que “las cosas que hizo por este país son mágicas”, por el crecimiento de la economía pese a la pandemia de Covid 19 y a la guerra Rusia-Ucrania. Y lo respaldó para la reelección en 2023. “Voy a acompañarlo”, dijo.
Ninguno de los ministros albertistas salió a respaldarlo. Los titulares de Desarrollo Social, Juan Zabaleta, de Obras Públicas, Gabriel Katopodis, y de Vivienda y Habitat, Jorge Ferraresi, hicieron silencio en la peor semana financiera y cambiaria. Y aunque lo niegan, los rumores indican que tendieron puentes con Cristina Kirchner y con el diputado Máximo Kirchner.
Muchos en el oficialismo se preguntan hasta cuando durará la "tregua" entre Alberto Fernández y Cristina Kirchner, que ahora volvieron a dialogar, en tensas charlas. Cristina Kirchner por ahora respalda en silencio el “Plan Batakis” pero lo ve como un anuncio para evitar la crisis, con la promesa hacia sus militantes de que luego habrá redistribución.
La protesta social no se detiene y crecerá
Por ahora, en medio de protestas de la Unidad Piquetera que paralizan a la Ciudad, y que no decrecerán, el Gobierno está condenado a soportar las malas noticias. La inflación de junio fue del 5,3% y llegó al 64% en los últimos 12 meses. El acumulado en el año es de 36%. El índice de julio se prevé entre un 7 y un 9%, porque en la primera semana del mes fue del 2,5%.
La Unidad Piquetera paralizó la Ciudad, miles de trabajadores no pudieron trabajar. Y unos 40.000 titulares de planes sociales reclamaron más planes sociales, un bono de 20.000 pesos, similar al IFE, el Salario Universal y una reunión con Batakis que nunca iba a ocurrir y no ocurrió.
El Gobierno no atina a obligar a los titulares de planes sociales a cumplir una capacitación laboral articulada con un plan de trabajo de calidad organizado con los empresarios. Espera que la inserción laboral se produzca por una “mano invisible” mientras incurre en un círculo vicioso redistributivo: mayor gasto, más déficit, más impuestos, emisión monetaria e inflación, y más pobreza. Paradógicamente, los pobres pagan la fiesta con la incesante suba de precios.
En ese raid de protestas sociales, el presidente debió habilitar a las organizaciones sociales oficialistas, Movimiento Evita, la UTEP y la Corriente Clasista Combativa, a que protesten en la Plaza de Mayo para no quedar a contramano de los sectores populares. Una fuente de estas organizaciones dijo a A24.com que la protesta de ellos era por la “criminalización” de la protesta en las causas judiciales que se reactivaron, pero la postal de la protesta mezclaba todas las causas.
Plan Canje de Batakis: flexibilización a cambio de abestecimiento y precios
Batakis quiere convencer a los empresarios con un Plan Canje: flexibilizar el cepo para las importaciones de insumos para la producción a cambio de que no haya desabastecimiento y de que no suban los precios de sus productos. Pero el dólar blue trepó a los 289 pesos tras las medidas de mayor cepo para el dólar turista. No se avizora en el horizonte una mayor calma cambiaria.
En medio de ese tembladeral, se produjo un cimbronazo en un bastión del kirchnerismo. Sergio Affronti, CEO de YPF, renunció por sus diferencias con el presidente de la compañía petrolera, Pablo González, de La Cámpora, y allegado a Máximo Kirchner. Affronti será reemplazado por Pablo Iuliano, vicepresidente de Upstream No Convencional de YPF.
Affronti había sido recomendado por Miguel Galuccio, el ex CEO de YPF en épocas del gobierno de Cristina Kirchner. El remezón se produjo en territorio K -YPF- luego de que la petrolera no importó el gasoil suficiente como para evitar la crisis de falta de combustible, pese a aumentar los precios de los combustibles mientras el propio kirchnerismo boicoteaba la suba de tarifas en luz y gas de Guzmán para cuidar el bolsillo de los más necesitados.
Los más privilegiados son los empleados legislativos y legisladores
Cristina Kirchner y Sergio Massa padecen la inflación galopante en sus propias oficinas. Debieron aumentar las dietas de los diputados y senadores un 69% tras las privilegiadas paritarias con los trabajadores parlamentarios. Los empleados legislativos obtuvieron así la negociación más favorable de todos los gremios, pero con los recursos del Estado que Batakis quiere congelar para no gastar más de lo que ingresa.
Mariano Obarrio