“Si volvemos a ser Gobierno nacional, como indican las encuestas, no solo estamos obligados a ganar la provincia de Buenos Aires, sino también varios municipios del conurbano y algunas gobernaciones más para tener una liga que logre compensar la presión del peronismo”. Sin ocultar su preocupación, así describe una alta fuente del PRO los objetivos para lograr mayor gobernabilidad que la que tuvo Mauricio Macri entre 2015 y 2019.
Evidentemente en el partido amarillo se sienten más cerca del poder que los radicales, quienes aún no tienen claro que van a hacer frente a las PASO del año próximo.
El espacio que viene gobernado la Ciudad de Buenos Aires desde el 10 de diciembre de 2007 tiene los candidatos más competitivos dentro Juntos por el Cambio. Por eso analizan con anticipación los pasos a seguir, más allá de quien sea el candidato presidencial.
“No podemos repetir lo de la gestión anterior tenemos que lograr más poder territorial para no quedar cautivos de la extorsión del kirchnerismo y de los gobernadores del PJ”, agrega con contundencia el dirigente de primera línea desde sus coquetas oficinas en Palermo.
La prioridad número uno en el plan del PRO, enfoque que es compartido por “halcones” y “palomas”, apunta a evitar la reelección de Axel Kicillof y recuperar el control del principal distrito del país. Arrebatarle su fortaleza a Cristina Fernández de Kirchner. Pero todavía hay profundas diferencias sobre el candidato a gobernador más competitivo. El larretismo asegura que ese lugar es para Diego Santilli.
“Es una locura lo que está pasando en la rosca interna bonaerense, tenemos al mejor candidato probado en las legislativas del año pasado y no hacen otra cosa que desmerecerlo tirando tantos nombres para el mismo cargo, cuando ninguno mide como Diego”, dicen a MDZ voceros de la sede gubernamental de la calle Uspallata.
Y acotan un dato de la realidad. Santilli es el primer dirigente que le gana al peronismo unido desde 1997 cuando Graciela Fernández Meijide derrotó a Hilda “Chiche” Duhalde. María Eugenia Vidal y Esteban Bullrich lo lograron, pero el PJ había tenido fugas.
De todas formas, hay varios anotados como Néstor Grindetti, Cristian Ritondo, Joaquín De la Torre y Javier Iguacel. Quieren competir con Santilli o por lo menos el quede en carrera de los cuatro. Probablemente se sume José Luis Espert a esa PASO como una forma de llevarse votos que actualmente están detrás de Javier Milei. Una relación rota que en algún momento decantara con mayor conflictividad. Los que defienden una primaria muy amplia creen que en agosto del año que viene cuando se junten todos los votos van a superar a los que obtenga Axel Kicillof. La tarea posterior pasa por conservar para la primera vuelta a la mayoría de esos votantes y ampliarla con los que no suelen participar en las PASO.
De todas formas, la gran apuesta es instalar con mucha intensidad la importancia de la elección a gobernador para que la competencia presidencial la pase a segundo plano. “Hay que insistir que necesitamos si o si ganar Buenos Aires porque, en caso contrario, no podremos gobernar la Nación”, cometa una fuente de JxC. “Si bien el actual gobernador no es Aníbal Fernández, tenemos que machacar que si logra la reelección es un triunfo de Cristina”, agrega el vocero.
Y dentro del territorio bonaerense la coalición opositora también tiene urgencias. Apuntan a ganar más municipios en el Gran Buenos Aires para achicar el peso de la liga de los Barones del PJ. En el laboratorio del PRO creen que van a recuperar Morón y Quilmes. La lógica sería que vuelvan quienes gobernaron desde el 15 al 19 como Ramiro Tagliaferro y Martiniano Molina. Pero la UCR tiene candidato para competirle en las primarias al cheff. Se trata del concejal Fernanda Pérez, una de las figuras de peso en Evolución en la inaccesible Tercera Sección Electoral. También apuestan fuerte a ganar en Ituzaingo donde peligra la hegemonía del alcalde Alberto Descalzo.
En este municipio del oeste también habrá primaria entre el candidato de Horacio Rodríguez Larreta, Gastón di Castelnuovo, Silvina Valdevenito, milita con Patricia Bullrich y el radical Pablo Brizuela. San Martín es la joya más preciada por el peso de este distrito pegado a la General Paz. Ahí Jorge Macri impulsa su hombre de confianza y concejal Andrés Prestillo y Gustavo Posse respalda al abogado mediático Mauricio D’Alessandro. En Hurlingham todos van a respaldar al jefe territorial del PRO, Lucas Delfino.
El objetivo es lograr haber pie en cinco municipios del GBA actualmente en manos del Frente de Todos y algo similar pretenden en las Gobernaciones. Entre Ríos aparece como el distrito más seguro de ganar ya que Rogelio Frigerio es el candidato más competitivo y puede llegar a ser el primer gobernador del PRO fuera de CABA. También el radical Maximiliano Pullaro, alineado con Martín Lousteau, surge como el favorito para derrotar al peronismo en Santa Fe.
Las otras apuestas provinciales no parecen tan probables. El senador del PRO Ignacio Torres en Chubut es el que más mide pero tiene problemas internos con un sector de la UCR local y además Milei apoya un candidato outsider que en las legislativas del año pasado sacó más votos que el elegido por el gobernador Mariano Arcioni. Esta vez parece que el peronismo va a ir unido.
La gran obsesión de JxC es Córdoba. Ganar ese territorio sería de gran impacto para la coalición opositora por más que no sea administrado por el kirchnerismo. Hasta ahora se trabaja en un tándem fuerte como Luis Juez gobernador y el radical Rodrigo De Loredo anotado para la intendencia de la Capital provincial. Como en el distrito cordobés no hay PASO los referentes nacionales quieren ordenar las reglas de juego para evitar más internas que perjudiquen las chances de poner fin a la hegemonía del poderoso peronismo de Juan Schiaretti.
Alberto “Beto” Valdez