Lunes, 13 Junio 2016 05:38

Los primeros seis meses de reinstauración institucional

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“Quiero decirles a los sectores muy minoritarios de la política que consintieron y callaron la pobreza y la inflación durante años, a los que callaron el deterioro del servicio durante años, a los que quieren la provincia de la pobreza y de la utilización de la violencia, que vamos a responderles con firmeza y con límites democráticos” - María Eugenia Vidal, Gobernadora de la Provincia de Buenos Aires

Al cumplirse el primer octavo del gobierno de Mauricio Macri, según cálculos matemáticos del detractólogo septuagenario Jorge Asís, la Argentina se ha reposicionado a escala mundial como país creíble con potencialidad creciente y reinsertado sus políticas al concierto civilizado de naciones que nunca debiéramos haber abandonado.

Eso votó mayoritariamente nuestro pueblo el 25 de octubre y el 22 de noviembre de 2015. Y Macri no les falló.

Asumió una tierra arrasada y anómica donde los jueces federales porteños no salen de su asombro al no ser influidos, coaccionados ni recompensados económicamente.

“Somos libres gracias a Dios, ya no tenemos papá”, decía José Sacristán en el legendario cierre de “Solos en la Madrugada” en 1977 en la apertura democrática española tras la muerte del cuaternario dictador Francisco Franco.

Ciertamente Macri y Cambiemos debieron soportar términos periodísticos ante la “revolución democrática”. Tregua, malestar, confianza, supuesta debilidad, horizonte lejano, negociación continua… formaron parte del léxico de la prensa libre ante un gobierno liberal desde sus cimientos.

Un gobierno que como todos lleva en su corta historia un haber y un debe. El haber reconstruido los valores republicanos desconocidos por los jóvenes menores de veinticinco años que no sabían para qué existía el Poder Legislativo, siempre silenciado -de diferente formas- en todo gobierno peronista que se precie nuestra septuagenaria historia populista.

Un gobierno que a diferencia de todos sus antecedentes decide cumplir con una deuda que no le es propia, pero nos concierne a todos: la reparación histórica a nuestros jubilados y pensionados.

Debe destacarse que nunca en campaña electoral Mauricio Macri prometió la revolución social de reivindicar a los más débiles, pero desde el 15 de junio en la Cámara de Diputados y el 29 de junio en el Senado de la Nación, tratará un proyecto de ley que él envió y que -sin pretenderlo- lo llevará a la historia.

Mucho más importante que la libertad de comerciar con mercados abiertos y la honra de nuestra deuda externa con los bonistas, algo que todos presumían de Macri.

Nadie imaginaba que un multimillonario pensaría en quienes no tienen fuerzas para reclamar, ni calles para cortar, ni capuchas para amenazar.

Cierto que sus detractores de la ortodoxia liberal lo acusan de desarrollismo populista incumplible. Y que el ladriprogresismo reclama más aumentos para nuestros jubilados, tanto en los retroactivos como en los haberes mensuales.

Es que gobernar la Argentina en libertad y en tolerancia supera todo sueño y se asemeja a la utopía…

Cierto también que el gobierno carga en su mochila con los errores en la comunicación social que también encuentran un ejemplo en el tema jubilatorio.

Y en la policefalia del manejo económico donde se destaca la candidatura de Alfonso Prat Gay a una eventual futura cancillería frente al monetarismo a ultranza de Federico Sturzenegger. Seguimos sin saber quién es nuestro Ministro de Economía…

En lugar de utilizar la cadena oficial a las 21.00 hrs. como el tema hubiera merecido, Macri hizo su anuncio un sábado por la mañana en un centro de jubilados entre 300 personas.

Ni la televisión pública lo transmitió en directo.

También es cierto que debiéramos hablar del tercer trimestre, cuando comenzará a evidenciarse una fuerte caída en la inflación y un alza en los depreciados salarios reales que, desde noviembre a la fecha cayeron cercanos al 10%.

Y de la Argentina federal que tiene nombre y apellido: Rogelio Frigerio.

Base de sustentación política del gobierno de Mauricio Macri sostuvo que "en la segunda parte del año vamos a ver los resultados de la lucha contra la inflación y también vamos a ver cómo se empiezan a cristalizar y a poner en marcha muchos proyectos de inversión que hoy están dando vuelta y mirando nuevamente a la Argentina como un buen destino para el ahorro de la gente y del ahorro externo".

Fue el ministro que desde el 11 de diciembre debió convencer gobernador por gobernador de las virtudes -siempre denostadas por el centralismo unitario- de la constitución alberdiana de 1853/60.

Lo está logrando, a fuerza de verdades y de palabras empeñadas.

Esa es la verdadera forma de hacer política.

Con la convivencia diaria, con el diálogo, con la sana discusión.

Como lo hace María Eugenia Vidal en Macondo…

Humberto Bonanata

www.humbertobonanata.com.ar

Twitter: @hbonanata

www.sancernigimenez.com.ar 

Buenos Aires, Junio 13 de 2016

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