Lunes, 06 Junio 2016 05:52

Macri comienza a escribir su página con la reparación histórica de jubilados y pensionados

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Desde 1904, con la creación de la Caja nacional de Jubilaciones del Estado, muchos gobiernos dijeron ocuparse con la “deuda histórica” con nuestros jubilados y pensionados.

Pasaron 112 años y nadie cumplió. Los tuvieron en sus plataformas de campañas y en sus actas militares de “reorganización nacional”.

 

Llovieron reformas y promesas populistas…y nadie les cumplió.

Este miércoles en la Cámara de Diputados se tratará en comisión el Proyecto de Ley nro. 724 enviado por el P.E.N. para que nuestros representantes logren mejorarlo, ampliarlo y aprobarlo para que el 15 de junio comience a reescribirse la reparación histórica para dos millones y medio de personas que siempre fueron usadas más nunca escuchadas.

Los primeros 33 artículos de la ley ómnibus que luego -en el Título II del Proyecto de Ley- comprende también el sinceramiento fiscal, se ocupan de ellos, que seremos nosotros próximamente…

Hecho que ningún gobierno asumió como deuda propia para resolverla.

Aunque nuestro Presidente debe afrontar innecesarias embestidas de colaboradores cercanos -de buena fe y hombres de bien- como Juan José Aranguren que, en su curso acelerado de Práctica Política – bolilla I punto I-, materia que muchos miembros de su gabinete comenzaron a cursar el pasado 10 de diciembre, hacen palpitar su corazón en forma arrítmica. Y Macri no lo merece.

En lugar que todos estuviéramos celebrando por la reparación histórica de nuestros jubilados y pensionados, tuvimos que padecer el pasado viernes la internación presidencial y la verdad de Margarita Barrientos -alma pura que las hay en esta vida- al decir que no podía pagar la luz de su comedor comunitario de “Los Piletones” en Villa Lugano, ya que como no tenía gas natural utilizaba calefón eléctrico y había recibido una factura de luz de 11.000 pesos.

Si Aranguren hubiera cometido tantos errores en tan poco tiempo en la empresa Shell seguramente lo hubieran destinado a atender un surtidor del conurbano profundo…

Pero como el Estado todo lo permite, aún sigue siendo ministro.

Y seguramente ni Macri ni él conocerán una anécdota histórica de la que fueron partícipes el mejor administrador de la res-pública democrática argentina, Don Máximo Marcelo Torcuato de Alvear Pacheco y uno de sus ocho ministros, el de agricultura: Tomás Le Bretton.

Recordemos que entre 1922 y 1928 Argentina era “el granero del mundo” y quinta potencia. Le Bretton tomó una medida desafortunada e inconsulta sobre política agropecuaria y fue llamado por el Presidente Alvear.

Según nos cuenta la historia Alvear le habría dicho que había llamado con dolor a su amigo por esa medida desafortunada, pero hubiese esperado que su amigo (Le Bretton) le solicitara formal audiencia para presentarle su renuncia indeclinable al conocer el malestar presidencial.

Si algún lector conoce al caballero Aranguren sería bueno que le comentara esta enseñanza histórica de hombres de bien.

Las idas y vueltas de los necesarios reajustes tarifarios, que ahora recibieron un tope del 500% para las tarifas comerciales y del 400% para las domiciliarias, ralentizaron un gobierno que demuestra su progresismo con los hechos, no con las promesas electorales.

En sólo 180 días de gobierno, frente a los 4.581 del régimen kirchnerista, Macri y Cambiemos lograron reinsertar a la Argentina en el mundo civilizado, liberar los mercados, pagar las deudas con los bonistas y cumplir con los más débiles que nada tienen para extorsionar políticamente como lo hace cualquier engendro gremial que cortando nuestras calles pretende demostrarnos que en el malestar y la protesta constante se encuentran sus bases de sustentación.

Sin olvidar que la “derecha neoliberal” que nos gobierna ha comenzado a cumplir con impagos de obras y servicios que la asociación ilícita kirchnerista abandonara y frenara las obras públicas en curso. 

Más aún, el gobierno replica su apuesta hacia el futuro y proyecta realizar obras potabilizadoras de agua, cloacales y reencauce del río Salado para evitar las consabidas inundaciones que padecen los vecinos de Luján y sus alrededores.

El “Plan Belgrano” recién comienza. Chaco, Salta, Jujuy, Tucumán y Formosa que -aunque sus porcentajes electorales no definan una elección- serán merecedoras de  la misma dignidad que el 38% del padrón electoral que conforman  los bonaerenses.

Como siempre, la realidad es la única verdad.

En sólo seis meses, queda bien claro cuál es el camino.

Humberto Bonanata

www.humbertobonanata.com.ar 

www.sancernigimenez.com.ar 

Twitter: @hbonanata 

Buenos Aires, Junio 06 de 2016

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