China lidera actualmente el más ambicioso y espectacular proyecto de integración en la economía mundial de vastísimas regiones del sudeste asiático, Asia central, Medio Oriente y el vasto hinterland de la Rusia asiática, alcanzando incluso a Europa oriental y también a Europa occidental. Una fenomenal obra del pensamiento geopolítico y geoeconómico de alcance mundial.
El proyecto chino se conoce como One Belt One Road, por el cual el gigante asiático se ha comprometido a invertir 1 billón de dólares para financiar grandes obras de estructura para el desarrollo de las economías de toda la inmensa región conocida como Eurasia, haciendo que por vía terrestre se reavive en el siglo XXI la famosa ruta de la seda.
Por su parte, y para lograr el mismo objetivo por vía marítima, China planea vastas inversiones que le permitan dominar el tráfico marítimo en el Mar Arábigo y el Océano Indico, de modo de poder hacer que sus barcos naveguen las costas orientales de África hasta llegar al Mar Rojo, alcanzar el Canal de Suez, entrar en el Mediterráneo y salir al Atlántico vía Gibraltar, llegando a Europa Occidental por un lado y a Sudáfrica por otro lado.
El gobierno de Mauricio Macri, que está presente en las actuales discusiones sobre el gran proyecto chino de desarrollo en Beijing, tiene la oportunidad de ser testigo de primera mano de uno de los grandes temas de la economía y la geopolítica mundiales, por lo que se le abre al país la oportunidad de pensar cómo Argentina podría participar como un protagonista importante en el rediseño de la famosa ruta de la seda.
China no excluye a ninguna nación ni a ninguna región del mundo de su idea vertebral, pero un país debe invertir para participar de ese esquema y ver cómo se ubica en él con el fin de lograr el mayor beneficio posible para el desarrollo nacional.
“Ramal que para ramal que cierra”…Menem cumplió y destruyó el trazado ferroviario argentino soñado por aquellos grandes gobiernos que lo hicieron posible a fines del Siglo XIX.
Mauricio Macri, en China firmó acuerdos que comprenden la reconstrucción del Ferrocarril San Martín, con mano de obra argentina y capitales chinos.
Como la construcción de los desaguaderos del Gran Buenos Aires, provisión de agua potable y reconstrucción de rutas que el peronismo bonaerense abandonó en treinta años, el primer gobierno de Cambiemos en la historia argentina realiza obras que quizás sean inauguradas durante otro mandato.
Eso no importa porque las obras quedarán para “su gente” y recordarán que Mauricio Macri las hizo.
Supera las primarias de las P.A.S.O. del 13 de agosto y las legislativas del 22 de octubre.
Supera las miserias humanas del peronismo que se debate cómo afrontarlas…y con qué candidatos.
El “Plan Belgrano” y las energías renovables en Jujuy y Comodoro Rivadavia superarán la vida de este gobierno.
Eso es “Hacer Patria”.
En octubre se elige entre Macri y Kirchner.
Gobernar para las futuras generaciones y no para las próximas elecciones.
Así pensaron Roca, Pellegrini, Yrigoyen y Alvear.
Así piensa Macri.
Humberto Bonanata
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Buenos Aires, Mayo 18 de 2017