Domingo, 19 Febrero 2023 02:31

Las jubilaciones perdieron un 31% en los últimos siete años - Por Ramiro Castiñeira

Escrito por Ramiro Castiñeira

Hace unas semanas advertimos que el salario real de los trabajadores formales acumula un descenso del 24% desde el pico que observó en 2015. El deterioro en el poder de compra del salario los últimos 7 años afecta a 9,6 millones de trabajadores, de los cuales 6,2 millones son asalariados del sector privado y 3,4 millones del sector público. Tras el ajuste, el salario promedio de bolsillo cerró en 460 dólares libre a fin de 2022.

El ajuste en los haberes previsionales es todavía mayor en el mismo periodo. Las jubilaciones cerraron el 2022 con un descenso real del -1,3% en el promedio anual, acumulando una pérdida de 31% en siete años.

 

La mayor parte de la pérdida del poder de compra de las jubilaciones se concentra en tres años: entre 2018 y 2020.

En dicho período se hicieron dos "reformas previsionales" por distintos signos políticos, que en ambos casos culminaron con ajustes estructurales sobre el haber previsional. La primera reforma terminó con un ajuste del 20% en las jubilaciones (2018/2019) y la segunda reforma sumó un ajuste del 10% adicional en 2020.

En el informe sobre el salario privado registrado advertimos que la economía se había recuperado, pero el salario no. Que la dinámica de la economía en cinco años dibujó una V entre la crisis y su recuperación, pero que en igual período los salarios dibujaron una L. El poder de compra del salario nunca se recuperó.

Lo mismo pasó con las jubilaciones pero en mayor intensidad. Si los salarios dibujaron una L minúscula, las jubilaciones dibujaron una L mayúscula en igual periodo. En siete años el salario registrado perdió 24%, las jubilaciones 31%.

En los últimos tres años en particular, las jubilaciones acumulan una pérdida del 12% en términos reales, principalmente concentrado en el impacto de la última reforma previsional apenas asumió el Gobierno.

CIFRAS

Los asalariados formales suman 9,6 millones de personas, mientras que los jubilados y pensionados suman 6,9 millones. Una relación de 1,4 asalariados por pensionado, cuando la relación tendría que ser mínimo 3 a 1 para que no quiebre el sistema, ni imponga expropiatorias alícuotas de aportes para los trabajadores en blanco (la mitad del total).

Con las distintas "moratorias previsionales" desde 2007 se duplicó la cantidad de jubilados y pensionados. Sólo aporta la mitad de los trabajadores, pero todos pueden jubilarse con las distintas moratorias, llevando el sistema a un quiebre estructural cercano a 2,5% del PBI.

La estrategia que utilizó el Gobierno entre 2007 a 2015 para financiar las moratorias fue pisar los haberes de todos los que aportaron al sistema. Achatar la pirámide: ampliar la cobertura y reducir el haber promedio.

En 2001 la jubilación promedio era 2,4 veces el monto de la jubilación mínima. Para 2015 era sólo 1,4 veces. El número implica que todo jubilado que aportó 30 años, el Estado le expropió el 40% de su jubilación, para que el populismo pueda jubilar a otro con su dinero.

Esta estrategia generó una marea millonaria de juicios al Estado por más de una década, pero el Gobierno no pagaba ni con sentencia firme a favor del jubilado. Sólo algunos cobraron en vida con la "reparación histórica" entre 2016/2019. Otros cobraron sus familiares o todavía esperan el pago de la sentencia desde 2020.

Actualmente el haber promedio de quienes hicieron todos los aportes ronda los u$s 270 libres, mientras que los que se jubilan con moratorias cobran una mínima de u$S 150 libres. El haber promedio mensual del sistema previsional son u$S 200 dólares libres. La jubilación mínima en dólares libres y a precios constantes es la mitad que en el año 1995.

En definitiva, si el empleo en blanco agoniza en argentina, no se puede esperar otra cosa del sistema de reparto que depende de los aportes de los trabajadores registrados.

Hace más de una década que no crece el empleo en blanco asalariado privado. Siempre boya en 6 millones de puestos de trabajo y solo crece la informalidad, el monotributo en las primeras categorías y el empleo público (todo junto suma cerca de 4 millones de nuevos empleos la última década).

El sistema de reparto se desfinancia estructuralmente por la falta de empleo privado en blanco, pero se potencia con las moratorias donde el Estado invita a jubilarse sin aportes en la previa de todo año electoral.

Para quienes aportaron toda su vida, las jubilaciones caen desde 2002 al 2015 casi sin pausa ante la política de achatar la pirámide y socializar sus haberes. Con la "reparación histórica" lograron recomponer sus haberes en 2016/2017, para luego verlo nuevamente caer los últimos 7 años un 31%. Para los que se sumaron con moratorias, también les llegó la licuación del 31% de sus haberes con las reformas previsionales de los últimos dos gobiernos en 2017 y 2020.

El actual modelo económico llevó el salario registrado a 460 dólares libres y las jubilaciones a 200 dólares libres.

Con estos valores explica el avance estructural de la pobreza y la nueva realidad de trabajadores pobres. Para sacar de la agonía al sistema previsional, hay que sacar de la agonía a la economía y al salario. Algo que no sucederá sin avanzar en la agenda de reformas pendientes postergadas los últimos 20 años.

* Economista, director de Econométrica.

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