Domingo, 26 Enero 2020 21:00

El tironeo por la deuda no fue gratuito: sumó presión al dólar - Por Sergio Crivelli

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Mientras el presidente trataba en Israel de lograr apoyos para la renegociación de la deuda, el tironeo iniciado por Kicillof con los bonistas disparó el riesgo país y despertó al dólar

El primer desafío de Alberto Fernández es uno que nunca tuvo Mauricio Macri: el del default. De cómo lo resuelva depende el futuro de la economía. Todavía no presentó ningún plan, porque para hacerlo tiene que asegurarse el financiamiento. De allí las marchas y contramarchas. De allí, la incertidumbre que es hoy el costo más gravoso de la economía argentina.

El margen de maniobra es estrecho. Si no logra una renegociación favorable, se arriesga a caer en cesación de pagos, porque el pago con reservas, lo que hacían Cristina Kirchner y Axel Kicillof cuando eran presidenta y ministro de Economía, respectivamente, hoy resulta inviable.

Pero la cuestión de la deuda no admite una solución lineal porque es una partida que se juega en varios tableros simultáneamente. Uno es el internacional, en el que el presidente busca la "comprensión" de los países que tienen un lugar en el directorio del FMI, según explicó en Israel hace 48 horas. "Lo hice en Israel (el pedido de "comprensión") y lo hago donde voy porque lo necesitamos", explicó en diálogo con los medios.

El escenario de la declaración resultó mucho más elocuente que la declaración. Fernández tuvo que hacer su primer viaje internacional a Israel a un homenaje a las víctimas del holocausto, algo que el kirchnerismo que coqueteó con Irán, primer sospechoso del atentado a la Amia está lejos de apreciar, por decir lo menos.

En Jerusalén no sólo tuvo que posar junto con los líderes de Occidente, aunque lo hizo en un costado, en segunda fila, y compartir una reunión bilateral con el "premier" Benjamín Netayahu. También se reunió con el el jefe de la oposición, Benny Gantz, que en sintonía con Netayahu no dejó pasar la oportunidad para recordar con satisfacción que Argentina había sido el primer país latinoamericano en declarar a Hezbollah organización terrorista. Declaración heredada de Macri y objetada por la ministra de Seguridad de Fernández, Sabina Frederic que debe su nombramiento a Verbitsky y CFK.

Puesto en su correcta perspectiva, el "baño de Occidente" que se dio Fernández en el estado judío es tan necesario para buscar apoyos como amargo para la facción cristinista, representada en la misma excursión por Axel Kicillof. ¿Qué fue hacer el gobernador bonaerense a Oriente Medio? La pregunta no tiene una respuesta categórica, pero tampoco es relevante. Lo que Kicillof tenía que hacer lo hizo antes de subir al avión: desafiar a los acreedores en una pulseada que disparó el riesgo país por encima de los 2000 puntos y proyectó al dólar en su variante contado con liquidación hasta los 84 pesos.

La pulseada había comenzado con la decisión unilateral de Kicillof de no pagar un vencimiento de 250 millones de dólares, equivalente al 2% del total de la deuda provincial. Le comunicó por los medios a los acreedores que no pagaría hasta mayo. El ministro de Economía de la Nación, Martín Guzmán, aseguró que el gobierno central no acudiría en auxilio del bonaerense.

La siguiente movida fue del fondo fiduciario que posee la mayoría de los bonos que Kicillof no quiere pagar. Hizo circular por los medios que exigiría el cumplimiento del pago. De inmediato Guzmán llamó a conferencia de prensa para anunciar el envío de un proyecto de renegociación de deuda al Congreso. El proyecto es fútil, pero el peronismo quiere comprometer a la oposición en su estrategia de dureza.

Sin embargo, la cuestión tampoco terminó allí. Los acreedores se quejaron por escrito de que el gobierno actuaba "manu militari". De todas maneras, su arma más poderosa no son las misivas.

Al día siguiente el riesgo país superó los 2 mil puntos y el dólar, que se había apaciguado después de la devaluación del 30% que significó en los hechos el "dólar solidario" despertó de su sueño. Para sacar la plata del país se llegó a pagar 84 pesos en la variante dólar contado con liquidación. Como toda respuesta Kicillof volvió a "emplazar" a los acreedores a que acepten no cobrar.

En suma, mientras Fernández busca "comprensión", Kicillof se pone bravo para la prensa. Algo similar le ocurrió a Fernández con los presos por corrupción: él había dicho que no había presos políticos y Hebe de Bonafini lo desafió a que dijera "de qué lado estaba"; del de ella y su jefa política, CFK, o del de la Justicia. Para salir de la incómoda situación la invitó a almorzar en la Casa Rosada, pero ¿cuánto tiempo más podrá bailar con dos músicas distintas al mismo tiempo y sin tropezar?

Sergio Crivelli
Twitter: @CrivelliSergio

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