Lo objetivo es que la interna está generando un tamaño de esquirlas que la campaña de Larreta no necesita en un contexto de crecimiento de la polarización entre Cristina Kirchner y Javier Milei. El jefe de Gobierno no dará por terminada su elección de esa rara mezcla de determinación y consenso, pero no será extremo y lo repite en privado: "Sé que tengo muchas chances de ser presidente y otras tantas de no serlo, pero sé también que ni Javier ni Patricia tienen alguna chance de poder gobernar si ganan", razona en privado.
Jorge Macri representa mucho más que un pedido del ex presidente Mauricio Macri, es quien fundó el PRO en Buenos Aires y dotó de volumen político al gobierno porteño, muy acostumbrado a los técnicos, como Quirós en Salud. Así entonces, el ministro de Gobierno dejó su ambición bonaerense para evitar un conflicto con Diego Santilli dos años atrás, por eso ahora trabaja para que Cristian Ritondo sea el próximo gobernador.
La pelea de fondo es obviamente el liderazgo de Juntos por el Cambio, donde Macri no puede ni pensar en entregar la centralidad que le llevó dos décadas construir, y Larreta con pergaminos de las últimas elecciones sin Macri jugando exige ser quien lidere el proceso venidero una vez sabido que el ex presidente no será de la partida. Un dato, ya hay en la Ciudad armadores de ambos que conjugan nombres a la hora de la carteleria, algo que no pasaba hasta la semana pasada.