Economía

Tras el fallido canje del Bono Dual, en el que los inversores se enfrentaban a quitas de hasta el 40%, en el mercado creen que el Gobierno tiene la chance de mejorar la oferta antes del vencimiento y reducir así la cantidad de dinero que deberá inyectar para pagarlo

 

Está claro que Argentina tiene desequilibrios macroeconómicos que son estructurales. Desde 1960, el país siempre convivió con cuentas fiscales deficitarias, con la excepción del período 2003-2008 cuando hubo un superávit fiscal heredado producto de una colosal devaluación, con costos sociales elevados, y de realizar una enorme quita en la deuda.

 

El peor escenario hubiera sido el default en la provincia de Buenos Aires, qué duda cabe. Sin embargo, entre las y los CEO's de las principales compañías del país subsisten inquietudes por el capítulo externo en lo que se refiere a las discusiones con los bonistas. Y, en este sentido más que el BP 21 fue el bono dual nacional lo que encendió la luz naranja.

 

Un defaulteador reiterado, como lo ha sido el gobierno argentino, está obligado a demostrar que podrá pagar una reestructuración.

 

Guzmán pretende un ajuste “sustentable” para que la economía pueda arrancar. Y el FMI, que le apliquen una quita sustancial a los bonistas.

 

Los bonos en moneda local no serán reestructurados. El Gobierno debe refinanciarlos o tendrá que pagar al vencimiento, con el peligro de llevar adelante una fuerte expansión de dinero. El primer intento por refinanciar el bono dual ayer fue un fracaso, pero habrá una nueva licitación la semana que viene

 

Deja varias enseñanzas y mucho terreno para especular en términos políticos y económicos la ruidosa decisión ayer del gobernador bonaerense, Axel Kicillof, de finalmente pagar los u$s 250 millones del bendito bono provincial con ley extranjera vencido el pasado 26 de enero, el mismo que hace dos semanas venía amagando inexplicablemente con defaultear, afectando la relativa tranquilidad financiera que había logrado el equipo económico de Alberto Fernández desde mediados de diciembre hasta la primera quincena de enero.

 

Con un tono más de asamblea estudiantil que de gestor de la mayor provincia de la Argentina, Kicillof insistió en cargar las tintas contra el gobierno de María Eugenia Vidal por los números de la deuda con que recibió la provincia en diciembre, para emprenderla después contra un fondo cuya tenencia del bono BP21 le da "una posición bloqueadora" del acuerdo de reprogramación que el gobierno les estaba proponiendo a sus acreedores.

 

La relación de alumnos por docente en la escuela estatal se ubica en la mayoría de las provincias argentinas por debajo de la media de países europeos y más aún de la que registra la enseñanza privada

Cree que el escaso tiempo podría conspirar con un alto grado de adhesión. Además, prevé que sigan cayendo los bonos argentinos si se insiste con esos plazos

 

Top
We use cookies to improve our website. By continuing to use this website, you are giving consent to cookies being used. More details…